
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
La antología que comenzó con Punto de inflexión: el 11S y la guerra contra el terrorismo y que siguió con La bomba y la Guerra Fría va camino, con una nueva entrega, a consolidarse como un inteligente y apasionante instrumento de reflexión histórica. Punto de inflexión: La guerra de Vietnam aborda las causas y consecuencias del que es seguramente el conflicto bélico más doloroso para los estadounidenses, porque allí la sensación de derrota fue ineludible, potenciada además por la consciencia de esfuerzo desperdiciado e injustificado. Otra vez tenemos cinco episodios que, inteligentemente, indagan en los orígenes del enfrentamiento, repletos de malentendidos y desinteligencias. Es que pronto queda claro que la lucha de los vietnamitas por librarse del dominio colonial francés fue analizada equivocadamente por Estados Unidos, que tomó a ese movimiento como el riesgo del surgimiento de un nuevo foco comunista, sobrevalorándolo geopolíticamente. A partir de ahí, una especie de profecía autocumplida, con líderes y funcionarios que manejaron todo con prejuicios, soberbia y desconocimiento, yendo derechito al desastre. Y que encima, cuando ya había toda clase de informes que indicaban que no había manera de que Estados Unidos saliera triunfante de la contienda, profundizaron y extendieron el conflicto, exhibiendo una mala praxis sustentada en un cálculo político lindante con lo miserable. En la lista no solo aparecen Richard Nixon, Lyndon B. Johnson, Robert McNamara y Henry Kissinger -los nombres más obvios-, sino también, y encima en primera instancia, una figura usualmente reverenciada como Kennedy, que queda bastante mal parado. La narración, con múltiples evidencias documentales y situacionales, retrata las divisiones ideológicas y morales dentro de cada país -porque el foco no es solo Estados Unidos, sino también Vietnam-, que padecieron quiebres que todavía persisten. Asimismo, hace hincapié en el rol que jugó el periodismo de la época, para bien y para mal, revelando datos decisivos o alimentando la narrativa propagandística. Todo esto lo hace de la mano de un montaje de gran precisión, en el que la iconografía del conflicto bélico se enlaza a la perfección con las entrevistas a distintos expertos y participantes. Así, la miniserie, nuevamente con Brian Knappenberger a cargo de la dirección, consigue una progresión narrativa apasionante y, en la que, al mismo tiempo, la atmósfera trágica prevalece desde el primer minuto hasta el último. El saldo final es tristísimo, incluso angustiante, en particular cuando se muestra que las lecciones que dejó la tragedia bélica y humana fueron olvidadas con el paso del tiempo. Y si bien es cierto que esta producción pierde en comparación con la obra maestra que es La Guerra de Vietnam (otra miniserie documental, dirigida por Ken Burns y Lynn Novick, que tiene diez episodios que totalizan unas 16 horas), no deja de ser sumamente interesante y potente. Punto de inflexión: La Guerra de Vietnam nos recuerda que la Historia muchas veces tiende a repetirse, y mayormente para mal, porque hay patrones en el comportamiento humano que parecen irrompibles. Ojalá que esta antología continúe con otros conflictos que necesitan de un análisis profundo y equilibrado.
-Los cinco episodios de Punto de inflexión: La Guerra de Vietnam están disponibles en Netflix.
Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente: