
Título original: The lost bus // Origen: EE.UU. // Dirección: Paul Greengrass // Guión: Paul Greengrass, Brad Ingelsby, basado en un libro de Lizzie Johnson // Intérpretes: Matthew McConaughey, America Ferrera, Yul Vazquez, Ashlie Atkinson, Kimberli Flores, Levi McConaughey, Kate Wharton, Danny McCarthy, Spencer Watson, Gary Kraus, Peter Diseth // Fotografía: Pål Ulvik Rokseth // Edición: Peter Dudgeon, William Goldenberg, Paul Rubell // Música: James Newton Howard // Duración: 129 minutos // Año: 2025 // Plataforma: Apple TV+
8 puntos
LA ANGUSTIA COMO EXPERIENCIA CINEMATOGRÁFICA
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Pocos realizadores saben crear tensión y reflejar las multitudes de emociones que aquejan a las personas en situaciones límite como Paul Greengrass. Sus puestas en forma se apoyan en un estilo cuasi documental, donde el profesionalismo y el sentido del colisionan con eventos donde la incertidumbre es total y los límites borrosos entre lo que se conoce y lo que no son los que alimentan la angustia. A través del fuego, producida por Jason Blum y Jamie Lee Curtis, y disponible en Apple TV+, es una nueva muestra de ello: una película, valga la redundancia, terriblemente angustiante, con personajes con los que es fácil empatizar desde sus imperfecciones y con una de las mejores actuaciones de Matthew McConaughey en mucho tiempo.
Nuevamente en la filmografía de Greengrass estamos ante una dramatización de un hecho real: los incendios en Paradise, California, ocurridos en el 2018 y considerados los más letales de la historia del estado. El relato se centra en las desventuras que padeció un micro escolar con 22 niños a bordo y en particular en el conductor, Kevin McKay (McConaughey), que solo contó con la ayuda de Mary Ludwig (America Ferrera), la maestra a cargo de los chicos, su coraje, su instinto y algo de suerte. Cuando lo vemos por primera vez, entendemos enseguida que Kevin no está pasando precisamente en la mejor etapa de su vida: su padre, del que estuvo largamente distanciado, falleció recientemente; su madre no está bien de salud; su trabajo como conductor no es muy satisfactorio; y, principalmente, el vínculo con su hijo adolescente va cuesta abajo, y muy rápido. Llevar sanos y salvos a los niños al punto de encuentro para los evacuados, atravesando el infierno en el que se convirtió la ciudad, será para él una chance de redención tanto personal como profesional, una forma de demostrar y demostrarse que puede hacer las cosas bien y estar presente cuando es requerido, aunque las probabilidades le jueguen en contra.
En paralelo al viaje literal y humano del autobús, A través del fuego muestra las tareas llevadas a cabo por otros profesionales: desde Ruby Bishop (Ashley Atkinson), la jefa de Kevin, que debe asegurarse de que todos los micros con niños lleguen a destino, hasta el Jefe Martinez (Yul Vazquez), el líder de las fuerzas de seguridad, que primero intenta coordinar los esfuerzos para contener el fuego, para luego resignarse solo a salvar personas antes de que la tragedia sea mayor. Si el riesgo era que la película se dispersara y que perdiera fuerza el conflicto central, Greengrass consigue que estas subtramas lo potencien, porque sirven para sustentar la magnitud del desafío que afrontan los protagonistas. El realizador exhibe la claridad y equilibrio requeridos para llevar adelante un film que es, al fin y al cabo, uno sobre gente frente a un desastre que los sobrepasa y que se aferran a sus conocimientos para lidiar con un entorno natural despiadado.
Se podría decir que en A través del fuego hay dos villanos o antagonistas: la naturaleza descontrolada y a la vez metódica, con esas llamas que se esparcen por todos lados, casi espontáneamente y ayudadas por el viento, destruyendo todo a su paso; y otras personas que entran en pánico y/o exhiben lo peor de sí mismos cuando lo único que queda es una lucha sin cuartel por la supervivencia. Pero a pesar de que Greengrass construye con notable sapiencia un relato cercano al terror a partir de estos elementos, lo más relevante es esa pequeña historia de personas poniéndose a la altura de las circunstancias y logrando una hazaña cercana a lo imposible, lo cual no necesariamente implica un triunfo, porque luego hay que lidiar con las pérdidas, tanto materiales como humanas. Por eso el final, a pesar del objetivo cumplido, no deja de ser amargo y para eso basta y sobra con un puñado de planos generales mostrando la devastación: Greengrass filma el antes, durante y después del fuego como nadie, revitalizando la experiencia de lo angustiante y dejándonos inevitablemente conmovidos.
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