
Título original: The King of Kings // Origen: Corea del Sur // Dirección: Seong-ho Jang // Guión: Seong-ho Jang // Voces: Pierce Brosnan, Oscar Isaac, Kenneth Branagh, Uma Thurman, Mark Hamill, Forest Whitaker, Ben Kingsley, Jim Cummings, Roman Griffin Davis, Dee Bradley Baker, Fred Tatasciore // Fotografía: Woo-hyung Kim // Montaje: Seong-ho Jang // Música: Kim Tae-seong // Duración: 103 minutos // Año: 2025 //
6 puntos
UNA VIEJA HISTORIA
Por Esteban Simoes
Es un clásico, lo sabemos hasta los que no creemos. Se estrenó en el marco de estas fecha clave que son las Pascuas, además, con muy buen tino. La historia del underdog por excelencia, Jesús, y su largo camino de redención, muerte y resurrección. Históricamente, la industria audiovisual ha fallado sistemáticamente en ofrecer productos bien hechos y consistentes, de factura religiosa. Y es que, si bien la Biblia es, lo sabemos, uno de los libros más vendidos de la historia, a las distintas iglesias y confesiones les ha costado hacer pie en el ambiente de la cinematografía. Desde las viejas y monumentales películas de Cecil B. DeMille (pienso en Los diez mandamientos, con Charlton Heston) hasta La pasión de Cristo de Mel Gibson (la última película verdaderamente religiosa que tuvo un impacto directo en la opinión pública y generó un profundo debate al interior de diversas comunidades religiosas) el cine de inspiración cristiana ha tenido sus hitos innegables.
En este caso, El rey de reyes es una adaptación de la historia que aparentemente les escribió Charles Dickens a sus hijos y que fue hecha pública después de la muerte del último de estos. Funciona como racconto de la vida del mesías, siguiendo de manera muy ajustada los relatos de los evangelios, y en el mejor (o peor, según quién mire) de los casos, para atraer a posibles nuevas generaciones a la historia de la pasión de Cristo. El problema con estos productos es que, en aras de adaptar el relato o hacerlo digerible ideológicamente, tienen la tendencia a suavizar la figura del Cristo y limar sus vértices más potentes. Algo de lo que no escapa El rey de reyes. Otra cosa que no podemos dejar de señalar es que asistimos otra vez, en pleno 2025, a un Cristo totalmente blanco y occidentalizado (como hiciera hace casi cuarenta años Martin Scorsese), lo que claramente no tiene mucha relación con la verdad histórica: el líder de una pequeña secta religiosa en plena periferia del Imperio Romano, en Medio Oriente (en este sentido no puedo dejar de recomendar la novela gráfica de Robert Crumb, Génesis, un relato pormenorizado y muy fiel a la verdad histórica de este gigante de la historieta).
Pero también, hay que decirlo, se logra construir una historia que es sólida desde lo narrativo, funciona. La animación no es deslumbrante, pero cumple, donde otros productos de la misma factura suelen naufragar. A lo que se suma un casting de voces en inglés muy potente, con Mark Hamill y Uma Thurman a la cabeza. Parece que la iglesia correspondiente esta vez sí hizo bien los deberes y se nota. El rey de reyes no será una obra maestra, pero cumple como un entretenimiento familiar, lo que no es poco. No le pidamos mucho más, aunque, como corresponde, señalemos sus varios defectos.
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