
Título original: The Day the Earth Blew Up: A Looney Tunes Movie // Origen: EE.UU. / Canadá // Dirección: Peter Browngardt // Guión: Darrick Bachman, Peter Browngardt, Kevin Costello // Intérpretes: Eric Bauza, Candi Milo, Peter MacNicol, Carlos Alazraqui, Fred Tatasciore, Kimberly Brooks, Laraine Newman, Wayne Knight // Dirección de arte: Nick Cross // Montaje: Nick Simotas // Música: Joshua Moshier // Duración: 91 minutos // Año: 2024 //
8 puntos
¡ESTO ES TODO, AMIGOS!
Por Patricio Beltrami
El día que la Tierra explotó: una película de Looney Tunes es una buddy movie del Pato Lucas y Porky. Abandonados en el campo, el Granjero Jim rescata a los pequeños animales y los adopta para que vivan como hermanos en su granja. Muchos años después de la partida de ese padre adoptivo, los adultos Lucas y Porky deben reunir dinero para remodelar su casa y evitar ser desalojados del barrio. Sin embargo, lo que empieza como una desopilante búsqueda laboral termina en varias versiones consecutivas del apocalipsis que los protagonistas deberán enfrentar en soledad. En el medio, nacerá el amor entre Porky y Petunia, aunque esta incipiente relación provocará algunos tontos conflictos y celos entre los hermanos.
En primer lugar, esta película es redonda. A lo largo de poco más de noventa minutos de duración se cuenta la historia de dos hermanos y el legado familiar de su padre adoptivo. Sin embargo, el camino trascurre en clave de comedia disparatada, desde la explotación del slapstick hasta su máxima expresión a la disposición de pasajes que oscilan entre lo ridículo y ciertas formas de humor más sofisticadas. En ese juego, El día que la Tierra explotó: una película de Looney Tunes no sólo transita el sendero del cartoon clásico de los Looney Tunes y de Fantasías Animadas de Ayer y Hoy, sino que por momentos también incorpora animaciones diversas para enriquecer la puesta en escena en momentos donde se exacerba la locura y el descontrol. A las ilustraciones con un aire clásico pero aggiornadas a las posibilidades técnicas de la época se suma un trabajo extremadamente atractivo desde el montaje, que le brinda un mayor vuelo a las secuencias de acción, a los momentos musicales (magistral pasaje al ritmo de It’s the end of the world as we know it de REM) o la consecución de desastres que Porky y Lucas arrastran en su infancia o durante la búsqueda de trabajo.
Otro mérito del largometraje es que nunca se detiene, avanza a buen ritmo y todo el tiempo redobla la apuesta. De la necesidad de arreglar la casa por la misteriosa rotura del techo hasta el final feliz con sus ribetes insólitos y sensibles, la historia siempre encuentra maneras para renovar su atractivo minuto a minuto. Además, esta escalada de peligros que afectan a los personajes está acompaña por una apuesta clásica del cartoon: no hay escena o secuencia que prescinda del gag. Sin embargo, El día que la Tierra explotó: una película de Looney Tunes nunca deja de contar una historia de hermandad, amistad y amor, que constantemente se renueva encontrando mayores desafíos en el juego entre la comedia y el romance, la acción y la ciencia ficción. Alejada de cualquier atisbo de cinismo, la película sostiene su calidez en la inocencia, la bondad y la solidaridad de su trío de héroes e, incluso, en las ingenuas revelaciones del villano. De torpezas y malos entendidos, al sacrificio final para evitar el apocalipsis, esta aventura de Lucas y Porky recupera los mejores aspectos del cartoon clásico para recordarnos que pocas cosas son más nobles que una buena comedia con corazón y locura. ¡Esto es todo, amigos!
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