
Por Mex Faliero
Tal vez no hubo muchas respuestas en Attila, el séptimo episodio de la segunda temporada de Severance, pero sí hubo nuevos misterios que potencian la trama sumándole capas y capas. Dirigido por Uta Briesewitz, el capítulo se centró en algunos de los conflictos sentimentales que se han explorado, como la relación de los Innies Mark (Adam Scott) y Helly (Britt Lower), que tras la desconfianza de Trojan’s horse volvió a un grado de intimidad que no había tenido hasta el momento: Helly reclamó finalmente su momento de placer con Mark, que había sido robado por Helena, en un asunto que tal vez pueda tener ramificaciones más complejas. Lo cierto es que la secuencia estuvo manejada con bastante sensualidad, pero también con un toque retorcido en ese juego de identidades divididas que plantea la serie. Situación que se profundizó con el encuentro ¿casual? de los Outies Helly y Mark, con ella llevando la delantera por información que tiene aunque no pueda evitar meter la pata al mencionar a la Sra. Casey (Dichen Lachmann). ¿O lo hizo a propósito? Otro conflicto es el de los Outies Irving (John Turturro) y Burt (Christopher Walken), que se juntaron a cenar con la presencia de Fields (John Noble), el marido de Burt. Fue una cena tensa, donde Fields se preguntó acerca de si Burt e Irving habían tenido sexo dentro de Lumon, pero donde quedaron sobrevolando algunos asuntos respecto a la vida anterior de Burt y, más allá, su relación con la empresa. ¿Hay sentimientos reales de Burt hacia Irving o lo está manipulando? Otra relación que se va armando es la de Dylan (Zach Cherry) con su esposa Outie, Gretchen (Merritt Wever), quien volvió a visitar al Dylan Innie, demostrando que tiene más conexión con él que con el que convive todos los días. Esto va a derivar en algo. Y en un capítulo donde Milchick (Tramell Tillman) quedó bastante relegado y nos seguimos preguntando cosas sobre la Sra. Huang (Sarah Bock), el gran avance se dio en el procedimiento que lleva adelante Reghabi (Karen Aldridge) sobre Mark, que tuvo algún momento de leve body horror para desembocar en una descompensación del pobre muchacho que ya no puede distinguir entre el mundo Innie y el mundo Outie. Este será el gran tema de los últimos capítulos y por ahí se irá encaminando alguna gran revelación que los guionistas nos tienen guardada, mientras vamos entrando cada vez más en razón de que esta temporada es más de preguntas que de respuestas. Todavía no hay tercera temporada confirmada, pero nada nos hacer prever que todos los misterios podrán resolverse en los tres episodios que restan.
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