
Por Mex Faliero
Los eventos de Woe’s hollow, con el despido de Irving (John Turturro), se sienten fuertes en Trojan’s horse, el quinto episodio de la segunda temporada de Severance. Dirigido por el productor ejecutivo Sam Donovan, el capítulo volvió a retomar la lógica de mostrar tanto el mundo de los Outies como el de los Innies. En una de sus subtramas, la más importante tal vez para el futuro de la serie, surge la desconfianza entre Mark (Adam Scott) y Helly (Britt Lower) luego de que el primero entrara en razón de que Helly no era ella desde las contingencias de Horas Extras, mientras que Helly ve con distancia a Mark luego de que Dylan (Zach Cherry) le cuenta que en verdad la esposa del Mark Outie es la Sra. Casey (Dichen Lachmann). Un tironeo de tensiones y desconfianzas que pone a Severance en el terreno del melodrama, a lo Severance, obvio. Otra subtrama sobre la que avanzó el episodio fue la primera evaluación de desempeño a la que fue sometido Milchick (Tramell Tillman), donde la empresa le hace una serie de reparos a su trabajo, un momento de humor hierático a partir del absurdo corporativo de esos reparos. El momento más Severance del capítulo junto a otro, el del velorio que Dylan exige a la empresa para despedir a Irving, que si bien no murió -como insiste Milchick- ya no estará en Lumon y para sus ex compañeros es como si hubiera muerto. El velorio, un momento sumamente incómodo, narrado con un gran sentido del ridículo, sirve además para que detrás de uno de esos cuadros motivacionales, Dylan encuentre la pista que Irving había plantado sobre el famoso pasillo de exportaciones. Irving precisamente protagoniza la tercera subtrama del episodio. En su forma Outie, lo vemos nuevamente hablar con alguien en una cabina telefónica, pero esta vez descubre que Burt (Christopher Walken) lo está siguiendo. Un tenso diálogo entre ambos termina con una invitación de este último a cenar junto a su marido. Para el final, Reghabi (Karen Aldridge) avanza con su procedimiento de cercenar a Mark, a quien nuevamente en forma de flashes se le confunden las identidades con un detalle no menor: ve a Gemma con vida, dentro de Lumon, como la Sra. Casey. En su acumulación de subtramas, Trojan’s horse fue un digno continuador de las consecuencias del capítulo anterior y sembró varios caminos a seguir por la serie hacia la segunda mitad de la temporada. Lo que podría ser un capítulo de transición, pero plagado de detalles riquísimos y grandes momentos de tensión para disfrutar uno de los elencos más sólidos del presente.
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