Título original: Time Cut
Origen: EE.UU.
Dirección: Hannah Macpherson
Guión: Hannah Macpherson, Michael Kennedy
Intérpretes: Madison Bailey, Antonia Gentry, Michael Shanks, Griffin Gluck, Megan Best, Samuel Braun, Sydney Sabiston, Kataem O´Connor, Rachael Crawford, David Lawrence Brown, Adam Hurtig
Fotografía: Tony Mirza
Montaje: Ken Blackwell, Joe Landauer
Música: Anna Drubich
Duración: 90 minutos
Año: 2024
Plataforma: Netflix
2 puntos
SLASHER PARA LA GENERACIÓN DE CRISTAL
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Es cierto que la historia de Corte en el tiempo no es precisamente original, incluso cuando Netflix quiera dársela de autoconsciente presentándola como un cruce entre Volver al futuro y Scream. De hecho, hace no mucho, Prime Video estrenó una producción bastante similar, Dulces y sangrientos 16, que no era gran cosa, aunque tenía sus momentos entretenidos. En cambio, la apuesta de Corte en el tiempo es una mucho más dramática, pero que no funciona en ningún aspecto.
El film de Hannah Macpherson (coautora también del guión junto a Michael Kennedy) se centra en Lucy (Madison Bailey), una joven cuya hermana mayor, a la que nunca conoció, fue una de las víctimas de un asesino serial que en el 2003 llevó a cabo una matanza y desapareció sin dejar rastro. Ese hecho y esa ausencia han condicionado desde siempre la existencia de Lucy, que, de repente, se encontrará con la oportunidad de revertir los acontecimientos cuando viaje accidentalmente a la época en la que tuvieron lugar los homicidios. En ese pasado donde se supone que ella todavía no existe, conocerá a su hermana y se pondrá en el camino del asesino, con el slasher fusionándose con el drama familiar.
Si bien se supone que Corte en el tiempo quiere ser un poco como Scream, otro poco como Volver al futuro, su verdadero referente es La Saga Crepúsculo. Es como si ese tipo de películas y de literatura para esos jóvenes adultos a los que se podría englobar bajo el concepto de “generación de cristal” hubiera tomado el slasher. Ahí tenemos entonces la voz over impostada, los diálogos entre torpes e incómodos, las sentencias solemnes, las actuaciones fuera de tono, la puesta en escena híper esquemática, las explicaciones de todo lo que pasa y/o les pasa a los personajes. El resultado sería risible si no fuera tan aburrido.
Durante la mayor parte del metraje, Corte en el tiempo es un anti-slasher, una película para los que no saben de qué va el subgénero y ni siquiera quieren saberlo. Su mundo es uno donde casi no hay sangre o dolor, donde los conflictos se resuelven mágicamente y sin costos, por puro arbitrario del guión -lo que sucede con todo lo referido al villano enmascarado roza lo indignante-, y las cosas pasan porque sí, porque bueno, la trama tiene que avanzar. Es un film que, por más que luzca impostado, jamás hace el esfuerzo por generar cualquier tipo de sensación. Menos aún inquietud o miedo.
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