Título original: Ídem
Origen: México
Dirección: Jesús Magaña Vázquez
Guión: Jesús Magaña Vázquez, Fernando del Razo, basado en la novela de Antonio Ortuño
Intérpretes: Pedro De Tavira, Juana Viale, Cecilia Ponce, Giuseppe Gamba, Daniel Tovar
Fotografía: Alejandro Cantú
Montaje: Luis Arturo Cárdenas, Carlos Espinoza
Música: Emilio Kauderer
Duración: 92 minutos
Año: 2023
6 puntos
ESCALERA AL VACÍO
Por Cristian Ariel Mangini
Basada en la descarnada novela de Antonio Ortuño, el director mexicano Jesús Magaña Vázquez presenta esta coproducción con Argentina universalizando un espacio común, prácticamente un No Lugar, el de la oficina. Y es en este espacio sin identificación alguna, que se construye con nociones básicas como aquellos que están «abajo» como los que están «arriba», que se desarrolla esta sátira tan filosa como la obra que dio lugar al film. El resultado es una película que lleva el relato a un extremo donde la propuesta visual es apenas el marco para una sátira subrayada desde el blanco y negro.
Al igual que en la novela de origen, las referencias que construyen al mundo de su protagonista, Gabriel Lynch (Pedro de Tavira), son vagas y simplistas. Entre el océano de grises que naufraga Recursos Humanos, podemos identificar una oficina de cubículos impersonales, gente que da direcciones desde los pisos superiores y gente que trabaja en los pisos inferiores. No hay mucho más y el espectador tampoco lo necesita porque son referencias más o menos universales que subrayan el carácter de sátira del relato. Es grosero y no lo disimula, de la misma manera que Psicópata americano, en mayor grado la obra de Bret Easton Ellis y en menor la adaptación dirigida por Mary Harron, pretende desde su máscara de terror slasher ser una sátira sobre la escena yuppie de la década del ´80 en Estados Unidos. La esencia, un universo consumista y superficial que hace del chauvinismo y la competencia una herramienta de supervivencia para ascender se mantiene tanto en la novela Ortuño como en esta adaptación de Magaña Vázquez.
El peso del monólogo interno condicionando la narración nos da una distancia incómoda que es utilizada arbitrariamente. Ese ambiente de trabajo, que es una bomba de tiempo por donde desfilan con naturalidad hechos cada vez más atroces, alcanzan para que no empaticemos con ninguno de los personajes, en particular Gabriel, como para que el monologo interno nos subraye las miserias y resentimientos de los personajes. Le da un psicologismo que permanece aislado y poco desarrollado que se pierde en el guion.
Por fuera de esto, el film sabe cómo sostener en su estructura fragmentada un relato donde las caricaturas que presenta, estereotipos del mundo moderno, contengan algún rasgo con el que podemos identificar elementos que nos resultarán familiares. Esto no es solo gracias a la acidez de los diálogos sino también a un elenco sólido que hace verosímil a esas caricaturas. No hablamos únicamente del trabajo de Tavira como Gabriel Lynch, sino también de los de Daniel Tovar, Giuseppe Gamba, Juana Viale y Cecilia Ponce, presentando un ensamble sólido y sin fisuras. La dirección de Magaña Vázquez funciona como un cronómetro y exprime el blanco y negro como herramienta para desmenuzar el absurdo de ese mundo laboral, a veces tomando un ritmo avasallante que se enlaza conceptualmente con el frenesí del universo de Gabriel.
Irregular y cínica, Recursos Humanos se caracteriza por entretener y jugar con variables ya exploradas para realizar una sátira entretenida que encuentra sus puntos más altos cuando se permite ser lúdica con la crudeza del mundo laboral que pinta.
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