No estás en la home
Funcinema

Al calor de la noche (1967)



YA TIENE COMISARIO EL PUEBLO

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Tal vez sea que estos tiempos que nos tocan vivir son tan gritones, los posicionamientos políticos e ideológicos son tan subrayados y las causas se sostienen a fuerza de panfleto indigesto, que recuperar Al calor de la noche del recientemente fallecido Norman Jewison, una película que supuestamente era un decálogo del pensamiento progresista gritado del Hollywood de los 60’s, no nos resulta tan intransitable. Basado en la novela de John Ball y protagonizado por las icónicas interpretaciones de Sidney Poitier y Rod Steiger, el film se centra en la figura de un policía de raza negra de Filadelfia que, esperando un tren en una estación de una pequeña población de Mississippi, es acusado del asesinato de un empresario. Esos primeros minutos, que son los que más connotan el tema del racismo van dando lugar a una trama policial que integra estos aspectos, pero nunca deja de lado el misterio alrededor del crimen. Finalmente, cuando el jefe de policía del pueblo, Bill Gillespie, descubre que Virgil Tibbs es un colega, y uno bastante experimentado en materia criminalística, lo invitará a involucrarse en la investigación. En la relación tensa de Gillespie y Tibbs, Al calor de la noche irá limando sus asperezas raciales, en una suerte de alegato un poco simplón sobre cómo se pueden derribar las diferencias.

Si bien Jewison nunca fue un virtuoso, hay en este policial contenidista algunos aspectos de la puesta en escena que se destacan. Y casi que todos están sintetizados en la primera gran secuencia: una noche en el pueblo, los cuerpos transpirados por el calor, un clima bochornoso que anticipa la tragedia. Hay personajes que ingresan y salen del plano y conexiones que desconocemos en esos primeros minutos, pero que nos dan un indicio sobre un entramado social de esos que sirven para edificar nociones como “pueblo chico infierno grande”. Esos primeros minutos, tal vez, son los de mayor libertad creativa de toda la película, pero son los que marcan un norte estético. Una vez que se plantee el crimen y aparezca en escena Tibbs, Al calor de la noche se convertirá sí en la película sobre el racismo: el foráneo maltratado y violentado por un grupo de policías paletos que desconocen la formación e ilustración del sujeto al que violentan. Poitier le incorpora al personaje esa postura elegante de siempre, en un personaje que es la víctima, pero que también genera cierta distancia a partir de cierto aire de superioridad. Si bien Jewison maneja la película de agenda dentro de los límites del policial (¿existía el concepto de agenda en los 60’s?), también es cierto que su aplicación a lo genérico se choca con sus intenciones autorales. Hay alguna persecución a un sospechoso que se pierde en la intransigencia de unos planos que optan por un zoom y descomprimen la tensión. Y aparecen algunos potenciales villanos que no terminan teniendo injerencia en la trama y aparecen sólo para complacer el subtexto anti-racista.

Finalmente, en el contexto de una película bastante pequeña, Jewison hace lo que hacían (y siguen haciendo) muchos directores que abordaban temas importantes en películas con pretensiones artísticas: depositan parte del peso del relato en las actuaciones. Y ahí están Poitier y Steiger, pero sobre todo Steiger, que edifica un villano a medio tono que termina siendo el hombre blanco que aprende a tolerar al policía negro. Steiger, que ganó el Oscar por esta actuación, se hace un festival y configura una suerte de modelo para ese arquetipo de policía de pueblo que se debate entre lo patético y una actitud algo fascistoide. Tal vez el fracaso en las intenciones rupturistas de la película (Poitier se convirtió en esa década en una estrella que habilitaba la presencia de un intérprete negro al frente del elenco de una película de Hollywood), cachetada a viejo blanco recalcitrante incluida, es que el policía blanco termina siendo el personaje más fascinante de todos.


Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente:
Invitame un café en cafecito.app

Comentarios

comentarios

Comments are closed.