Por Patricio Beltrami
NdR: Este artículo contiene spoilers.
En sus primeros tres capítulos, Echo adoptó una estructura rígida: flashback sobre alguna leyenda Choctaw a manera de prólogo, introducción para plantear el conflicto seguido por una secuencia de acción y un cierre sobre las consecuencias de los actos de la protagonista. En este caso, el epílogo tiene uno de los cliffhanger más impactantes de Marvel Studios. Dirigido por Catriona McKenzie y escrito por Marion Dayre y Ken Kristensen, Tuklo comienza con la introducción de Tuklo (Dannie McCallum). Como si fuera un corto del cine mudo, se cuenta la historia de la pistolera en blanco y negro y con intertítulos. Echo vuelve al pasado para ampliar el linaje de Maya Lopez (Alaqua Cox) con una justiciera que defendía a su pueblo a partir de su habilidad para usar armas de fuego. De vuelta al presente, Chula (Tantoo Cardinal) interroga a su ex esposo Skully (Graham Greene) sobre su nieta, quien en simultáneo es secuestrada por el improvisado Vickie (Thomas Sullivan) y sus secuaces en la pista de patinaje de Henry (Chaske Spencer). Mientras aguardan por los hombres de Kingpin, Bonnie llega al lugar y, pese a que Henry trata de salvarla, termina atada en un cuarto, reencontrándose a la fuerza con su prima Maya. En este caso, los autores privilegian la tensión ante el peligro sobre la incomodidad que esta situación despierta en ambas, algo que podrían haber explotado mejor desde la comedia y el drama. Rápidamente, Zane (Andrew Howard) y una docena de matones de Fisk llegan para acribillar a Maya y Henry, pero involuntariamente pierden tiempo con la estrategia del novato Vickie, quien termina muerto a balazos al costado de la pista. Justamente, la violencia de este asesinato sirve como preludio de los golpes, disparos, heridas y derramamiento de sangre que se verán en el clímax de la batalla. Tuklo justifica la creación de Spotlight como espacio para producciones más violentas, similares al tono del Universo Marvel en Netflix. Con pocos recursos y valiéndose de sus habilidades en mecánica y del conocimiento del lugar, Maya caza a los matones de manera lúdica, tanto en el laberinto de Laser Tag como en la zona de tejo de mesa, fichines y flippers. Abriéndose camino a puñetazos, la protagonista no vacila en atacar a sus enemigos a balazos o con su pierna ortopédica, por momentos emulando una versión femenina renga y sordomuda de John Wick (Keanu Reeves). Sin embargo, se entrega cuando amenazan a Bonnie con un arma. A punto de ejecutar a Maya y Henry, Zane recibe un llamado y, de repente, cancela la operación. Ante el desconcierto de su sobrina, Henry enfatiza en que sólo una persona podría tomar esa clase de decisiones y que, luego de lo ocurrido, la ayudará en su cruzada contra Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio). En el cierre del capítulo, Maya evita reencontrarse con Bonnie para explicarle todo lo sucedido para no ponerla nuevamente en peligro. Cuando vuelve por la noche, por primera vez demuestra temor: descubre al Kingpin en la puerta de su casa. Tuklo devolvió a la acción al gran villano del Universo Marvel, quien sólo había aparecido en coma al final de Chafa. Justamente, la presencia física de Fisk en Tamaha representa que la guerra ya está en territorio Choctaw y que se desarrollará allí en los últimos dos episodios. En relación al tercer capítulo, sobresale la secuencia de acción en el complejo de juegos y patinaje (aspecto más destacado de la serie) y, además, la apuesta por el humor para descomprimir las tensiones propias de la guerra de mafias. En este caso, desde su falta de experiencia, Vickie cayó en un patetismo que sólo generaba vergüenza ajena, incluso al punto de que su terrible muerte a balazos en plena huida no genera ninguna clase de empatía al espectador. A diferencia de ello, con sólo un par de metidas de pata y un montón de buenas intenciones el querible Biscuits (Cody Lightning), rápidamente se ha ganado el corazón de los seguidores de la serie. Finalmente, Tulko demostró que la brutalidad y violencia pueden seguir escalando en el Universo Marvel porque las consecuencias de las acciones de Maya serán cada vez más terribles y devastadoras, tal es así que el propio Kingpin ya apareció en escena.
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