Título original: Idem
Origen: Argentina
Dirección: Facundo Escudero Salinas
Guión: Facundo Escudero Salinas
Intérpretes: Catalina Magliocchi, Fiorella Indelicato, Mariana Anghileri, Diego De Paula, Stella Galazzi, Daniel Toppino, Pablo Palacio, Braian Ross
Fotografía: Fernando Lorenzale
Montaje: Damián Tetelbaum
Música: Nicolás Deluca
Duración: 83 minutos
Año: 2023
7 puntos
TERROR ARGENTINO Y SUS VARIANTES
Por Emiliano Attadia
Está claro que el 2023 fue un gran año para el cine argentino. No sólo por la cantidad de películas estrenadas (la abundancia es un clásico), sino por la calidad y sobre todo la diversidad de géneros pocos explorados con anterioridad. Desde la comedia con un anclaje en lo político y social con Puan, pasando por Trenque Lauquen (si bien se presentó en distintos festivales el año pasado, tuvo su estreno comercial en el actual) que explora desde el drama hasta el misterio, para arribar a un terreno (casi) ausente por nuestros pagos: el terror. Cuando acecha la maldad fue el quiebre, aunque el director, Demián Rugna, ya había tenido su momento consagratorio con Aterrados, consiguiendo su merecido reconocimiento un tiempo después con el arribo al streaming. En este auge, aparece La invitada, la segunda película de Facundo Escudero Salinas (este año se estrenó también Fragmentada, con la posibilidad de verla en Flow).
Es interesante el contraste entre sus dos películas estrenadas. Fragmentada es un thriller: una policía, Jazmín Stuart, volviendo a su pueblo para resolver varios casos de asesinato, más allá que su regreso es por otro motivo. Por el contrario, La invitada es el pueblo que recibe a la joven Ana, la debutante Catalina Magliocchi, luego de vivir una tragedia familiar poco clara. En este lugar agreste y boscoso, es acogida por su amiga Martina (Fiorella Indelicato), que vive junto a su madre Mercedes (Mariana Anghileri) y su padre Federico (Diego De Paula), una suerte de geólogo que estudia la laguna del lugar donde habita un meteorito en su interior.
Cuando acecha la maldad, para dar un ejemplo reciente y claro, tiene ritmo vertiginoso; en cambio, La invitada se cocina lento, posee dos actos que ayudan a construir un tercero inimaginable por el ritmo y la historia narrada. Todo ese tono oscuro, de tensión constante, está construido por la fotografía de Lorenzale (que ya había participado en Fragmentada), y el registro actoral, con octogenarias curanderas, interpretada por Stella Galazzi, hasta lugareños que cargan con niñas fallecidas. Cuando empezamos a recibir más información sobre el misticismo del lugar, crece la ambición empresarial de Federico y su jefe ausente alemán para quedarse con todo el territorio. Esta mano invisible poderosa también fue explorada en el largometraje anterior, que empuja la historia hasta su triste resolución. En La invitada, el capitalismo salvaje es más previsible y lejano, y, de alguna manera, encuentra su freno con lo esotérico.
Lo interesante, casi llegando al final, es el viraje que toma la película. De un folk horror, aunque a esta altura podemos llamarlo terror rural por la inmensa cantidad de historias paganas que tiene la Argentina, a horror cósmico, con referencias claras al fallecido escritor Howard Phillips Lovecraft y a gran parte del cine de John Carpenter como El enigma de otro mundo. Estas dualidades, como el cambio de género, es una constante simbólica a lo largo del film. Desde dos amigas que tienen emociones e historias familiares distintas, hasta un dios de dos caras representado en un cráneo; también lo encontramos en esta mirada lucrativa sobre el lugar contra la conservación del territorio para sus habitantes.
Lamentablemente, la película cuenta con poco espacio en cartelera. Una de las dos grandes cadenas no la estrenó y la otra la proyecta en dos cines del AMBA. Esperemos que tenga nueva vida en las plataformas.
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