Por Mex Faliero
NdR: Este texto contiene spoilers.
Sensaciones raras dejó el episodio de esta semana de Ted Lasso. Signs, dirigido por Matt Lipsey, tenía la apariencia de un capítulo de relleno, hasta que sobre el final pasó algo importante para la mitología de la serie: el cartel de “Believe” que está en el vestuario del Richmond, ese que habíamos descubierto que fue cortado a la mitad por Nathan Shelley (Nick Mohammed), finalmente fue roto en mil pedazos por el propio Ted Lasso (Jason Sudeikis), en medio de un discurso para tratar de levantar la moral de un equipo que padece una racha negativa, además del retiro inesperado de la estrella Zava (Maximilian Osinski). Fue uno de esos grandes momentos de la serie, una instancia histórica en la que además el propio Lasso parece descubrir algo de su carácter, pero que lamentablemente enmarcó un episodio que no estuvo entre los mejores. Hubo cosas interesantes, claro que sí, como todo el proceso que atravesó Rebecca (Hannah Waddingham) para ver si podía quedar embarazada y que terminó con una cuota de amargura, pero también un par de subtramas que se resolvieron por el lado del lugar demasiado común. Incluso, con el trazo de un par de personajes que son de los más obvios y poco virtuosos de la serie: por un lado la modelo Anastasia (Elee Nova), que claramente iba a despreciar los modos humildes de Shelley, y por el otro Jack Danvers (Jodi Balfour), que claramente era lesbiana e iba a terminar involucrada con Keeley Jones (Juno Temple), porque si una mujer logra ser independiente y autosuficiente, obviamente es lesbiana (y un poco canchera, y un poco superada, como la insoportable Jack) para los cánones de los guionistas de hoy. De hecho, toda la subtrama de Kelley en su nuevo lugar de trabajo luce demasiado por fuera de la serie, como si los guionistas no hubieran sabido qué hacer con el personaje esta temporada. Por suerte, cada encuentro entre Ted y el Coach Barba (Brendan Hunt) es tan delirante y está tan lleno de detalles cómicos, que eso mantuvo a flote el capítulo en varios pasajes inciertos. En relación al repentino deseo lésbico de Keeley, Ted Lasso ya viene explorando el tema gay desde hace un tiempo con el personaje de Colin Hughes (Billy Harris), detalle que estalló en esta temporada. Y lo hace con más sutileza e inteligencia. De hecho, la presencia del periodista Trent Crimm (James Lance) como observador de todo lo que pasa nos deja pendiente un giro, que tal vez ofrezca alguna sorpresa. Lo más interesante del episodio terminó siendo el conflicto con el hijo de Ted, que protagonizó un episodio de bullying pero siendo el agresor y no el agredido, como su padre -y todos nosotros- pensaba. Eso movilizó la psicología del propio Lasso y, también, la de la serie.
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