Por Mex Faliero
NdR: Este texto puede contener spoilers.
El 3×3 de Ted Lasso, titulado estratégicamente (¡ejem!) 4-5-1, nos confirmó algo que intuíamos del episodio anterior: este Zava (Maximilian Osinski) es un gran personaje, que la serie utiliza además autoconscientemente para oxigenar el equipo. Porque su presencia no solo que motivó al Richmond para hacerlo escalar en la tabla, sino que además algunas de sus proezas futbolísticas son por demás inverosímiles (en una gran secuencia de montaje), con esa facilidad asombrosa que tiene la serie para ir de las situaciones más mundanas -y reflexionar acertadamente sobre todo- a momentos de humor surrealistas y absurdos. Pero además, Zava comenzó a darle envidia a Jamie Tartt (Phil Dunster), un personaje que había quedado algo perdido en la temporada 2 y que ahora recupera centralidad haciendo foco en su indudable descenso personal como deportista. Para Tartt será cuestión de recuperar el liderazgo sin sacar a relucir sus viejos vicios ególatras. En ese sentido, la discusión entre ironía e hipocresía demostró nuevamente la inteligencia con la que la serie es escrita. Pasaron muchas cosas en 4-5-1, entre una extraña visita de Rebecca (Hannah Waddingham) a la bruja que le recomendó su madre; la inauguración del restaurante de Sam Obisanya (Toheeb Jimoh), en una de esas secuencias que demuestran lo bien que funciona la serie cuando explota lo grupal; y el tremendo descubrimiento que hizo Ted (Jason Sudeikis) de la relación de su ex con su antiguo terapeuta. Fue un episodio con descubrimientos varios para los personajes, narrado con seguridad por Destiny Ekaragha, quien de todos modos hizo foco en un descubrimiento para los espectadores: Colin Hughes (Billy Harris) es gay, algo que se intuía desde hacía varios capítulos. Sin embargo, otra vez la estrategia, el asunto ocupó el prólogo y el epílogo con la sugerente inclusión hacia el final del descubrimiento del periodista Trent Crimm (James Lance), por lo que sospechamos que habrá un conflicto en puerta con la revelación periodística. Otro buen episodio, en una temporada que va abriendo subtramas con la seguridad del equipo que se sabe ganador y se permite experimentar.
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