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La dinastía bla bla bla

Por Patricio Beltrami

(@Pato_Beltrami)

NdR: Este artículo contiene spoilers.

No hay nada peor que un villano aburrido. Más allá de la irregularidad demostrada en las casi veinte producciones estrenadas en los últimos dos años y pico, el mayor defecto de la Saga del Multiverso es su presunto gran antagonista. Las variantes de Kang han pasado más tiempo hablando y explicando cómo funciona el Multiverso Marvel que demostrando su verdadero poder. Además, esta fuerza, en teoría incontenible y terrorífica, se ha visto en cuentagotas e, incluso, ha demostrado ser vulnerable ante la tenacidad de los héroes. Sin embargo, lo peor de todo es que Marvel Studios apuesta con toda la convicción del universo a profundizar la dinastía bla bla bla.

Si bien el personaje y sus múltiples variantes han aparecido sólo en dos proyectos del Universo Cinematográfico Marvel (MCU), lo visto hasta el momento alcanza para calificarlo como tedioso y solemne. Concretamente, Aquel Que Permanece, versión del villano en Loki, fue una introducción insoportable que se limitó a explicar el funcionamiento del multiverso y el peligro que representaban sus variantes a través de un extenso discurso expresado de manera excéntrica y ridícula, aunque lejos de cualquier signo de autoconsciencia. Por su parte, Kang El Conquistador de Ant-Man and The Wasp: Quantumania pretendía ser un genocida implacable, seguro de que a lo largo del multiverso no existía fuerza que pudiera hacerle frente. Sin embargo, su comportamiento apático, sus monólogos aburridos y la dependencia extrema de sus armas y artefactos tecnológicos les quitaban cualquier atractivo posible.

De cara al futuro, ya se sabe que Aquel Que Permanece murió en el final de Loki. En tanto, el Conquistador momentáneamente está fuera de la ecuación del MCU, ya que Marvel Studios siempre cumple con una de las reglas de oro de la ficción: Si no vemos el cadáver, no podemos garantizar que haya muerto. Mientras tanto, las escenas postcréditos de Quantumania adelantaron que todos los Kang del multiverso estarán al acecho de los héroes pertenecientes al universo canon. Precisamente, Víctor Timely será uno de los antagonistas en la temporada dos de Loki y Los Vengadores deberán enfrentarse a los Kang en sus próximas entregas.

Más allá de sus infinitas posibilidades narrativas, el multiverso tiene una gran contra: cualquier personaje no solo prescindible, sino que también es reemplazable por uno similar. En esa línea, poco importó la muerte de Aquel Que Permanece, acontecimiento que sólo sirvió para justificar la introducción de una amenaza superior. Sin embargo, Kang El Conquistador duró un suspiro y, en consecuencia, su desaparición derivó en la aparición de un peligro más grande para el Multiverso Marvel. A lo efímero de sus existencias en pantalla se le suma la intrascendencia de sus participaciones, al punto de que alardean demasiado de su relevancia en el multiverso, conquistas, matanzas y declamada inmortalidad y entran en acción poco y nada para ser derrotados por un par de hechiceros en crisis y por el hombre hormiga y sus hormigas.

Hasta el momento, la principal característica de los Kang es que hablan. Mucho. Demasiado. Hablan en todas partes al mismo tiempo. Se explican a sí mismos. Explican quiénes son y por qué son tan importantes, como si fuera una necesidad de Marvel Studios y sus guionistas y realizadores para justificar la elección del villano de la Saga del Multiverso. Explican cuál es la naturaleza de sus poderes y justifican por qué el control sobre todo el multiverso y la eliminación de universos y líneas temporal constituyen una acción necesaria y un bien mayor. Explican cómo funciona el tiempo, cómo conocen, controlan y vieron todo lo que ocurrirá en todos los pasados, presentes y futuros posibles, y aun así fallan y son derrotados, solo para que aparezca en escena otro Kang explicando otra vez todo en todas partes al mismo tiempo.

Lejos de la picardía, el encanto y desfachatez de Loki, lejos de la ferocidad, la convicción y la inteligencia de Thanos, las variantes de Kang han sido aburridas, sosas, insoportablemente verborrágicas y sin una gota de carisma. A cargo de Jonathan Majors, uno de los actores insignia de la nueva generación de Hollywood, el villano luce extremadamente intenso y sobreactuado, forzando matices al extremo, de la excentricidad ridícula a una furia desatada que no despierta ninguna clase de sensaciones en el espectador. Por sí mismo, Kang no genera nada emocionante en pantalla, sólo discursos y explicaciones extensas sobre cómo funciona el multiverso. Todavía sin haber protagonizado una escena de acción digna, el único peligro que representa la dinastía es seguir aburriendo al público de Marvel durante el próximo lustro con su estática pose de malvado y la solemnidad de sus tediosos monólogos.


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