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Funcinema

Encuadres de luz digital

Por Cristian Ariel Mangini

(@Masterzio84)

Imagen de Robert Overweg, que se plantea como un «fotógrafo de de entornos de mundos virtuales».

Uno de los vínculos más particulares del mundo del videojuego es con la fotografía, en particular con el avance del 3D y sus cada vez más avanzadas técnicas para generar inmersión en el jugador. Pero no nos centraremos esta vez en el aspecto técnico de la realización, sino en el surgimiento de la fotografía «In- game», una rama de la fotografía que ha nacido de la mano de entornos virtuales cada vez más definidos e interesantes. De la misma manera que lo hemos visto en con el Pixel Art o la pegajosa música 8-bits, la fotografía «in-game» es un campo en expansión que utiliza al videojuego como un medio creativo.

Pero definamos un poco esta cuestión: hablar de fotografía «In-game» es hablar de una nueva expresión que consiste en crear imágenes tomando capturas de pantalla (screenshots) del entorno visual creado por videojuegos u otro tipo de mundo virtual. Si bien se puede cuestionar la validez de la creación de una imagen a partir de entornos generados por desarrolladores y diseñadores de videojuegos, lo cierto es que el deseo de captar visualmente elementos que pueden perderse en la experiencia interactiva y singularizarlos desde las técnicas de la fotografía, dan una nueva perspectiva. Es por ello que a menudo los fotografos «In-Game» son vistos como turistas del juego, ya que además de interactuar con el entorno buscan encuadres y elementos visuales interesantes. Los mismos juegos son a menudo los que postulan esta posibilidad como un elemento lúdico más: ejemplos prematuros y conocidos son Metal Gear Solid (1998, Konami) y sus secuelas o el Pokemon Snap (1999, Hal Laboratory).

Trabajo de Kent Sheely basado en el juego Day of Defeat.

En este sentido algunos de los artistas más reconocidos en este área son el británico Duncan Harris (Deadendthrills) y el holandés Robert Overweg, dos figuras que han logrado mostrar sus trabajos en espacios tan prestigiosos como el Centro Pompidou de Paris, reapropiándose de los paisajes de los videojuegos de formas creativas y originales. Si bien la captura de pantalla es el método más común para desempeñarse como fotografo In-Game, artistas como James Pollock (Virtual Geographic) optan por tomar fotos directas desde un soporte dígital como el IPod y luego las edita y modifica desde distintas plataformas, logrando resultados interesantes con juegos tan icónicos como The Elder Scrolls V: Skyrim (2011, Bethesda Games Studio). El trabajo sobre el color, a menudo emulando las texturas instantáneas que se pueden lograr con una Polaroid, da a las imágenes un tono nostálgico y urbano impensado en algunos de los videojuegos registrados. En la misma línea, la artista francesa Elise Aubisse utiliza cámaras digitales y analógicas para lograr resignificar no solo el espacio de videojuegos como Fallout 4 (2015, Bethesda Games Studio) sino también los personajes secundarios que habitán esos mundos. Por su parte el brasileño Leonardo Sang  pone su ojo principalmente sobre los juegos mundo abierto, capturando en aquellos espacios la fotografía con la misma rigurosidad que en la vida real, trazando paralelos entre la San Pablo real y la ficcionalizada en un juego como el Max Payne 3 (2012, Rockstar Studios). Al respecto de su trabajo, refiere que un fotografo In-Game (…) «ayuda a extraer la belleza de los videojuegos de forma distinta: ya sea presentando gráficos impactantes o creando imágenes artisticas por fuera del juego».

¿Es posible lograr imágenes tan icónicas como la Muerte de un miliciano, de Robert Capa, en un entorno virtual? La misma pregunta debió haberse hecho el fotografo In-Game estadounidense Kent Sheely al trasladar sus influencias fotográficas al entorno de los FPS para lograr imágenes que se acerquen al registro bélico real. Para ello utiliza encuadres que en su composición se acercan a la práctica del oficio. El repertorio de nombres y acercamientos a este universo solo demuestran que es un territorio aún inexplorado y  le da al videojuego un lugar de inspiración y explosión creativa al igual que en el campo de la música o el diseño y la pintura.

Fuentes:

  • The imaginary worlds of In Game photography, de Nathalie Dassa, 5/1/2022. Blind Magazine.
  • El arte de la fotografía in game, de Rainer Sigl, 2/8/2012. Anait Games.

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