Por Mex Faliero
Hubo un tiempo en que las series sobre gastronomía se pusieron de moda y, en ese contexto, Chef’s table fue una de las más distinguidas, especialmente por un aspecto visual que hace lucir enormemente las comidas que aparecen en escena; también es cierto, una estilización que por momentos puede molestar o volver todo demasiado poético. De todos modos esa búsqueda estética se imbrica bien con sus intenciones: lejos de ser una serie con la que podamos aprender a cocinar algo (lo suyo no es lo didáctico, las recetas nunca son expuestas ni hay una transmisión de técnicas), la serie va por el lado de las historias de vida, de convertir a la gastronomía, al hecho de cocinar, en algo más curativo, cercano a cierta movida new age que en ocasiones puede ser un lastre si pensamos en las motivaciones de un potencial espectador. Básicamente Chef’s table (digamos también que su título nos promete lo que finalmente nos da, no había engaño alguno) se centra en la figura del cocinero y su tema es la gastronomía de autor; de autores que pueden correrse de las tradiciones, pero autores al fin. Chef’s table: Pizza es un spin-off, un especial de seis episodios que se meten con una de las comidas más populares del mundo. Es curioso lo que pasa con la pizza (aviso: soy gran fan): como decíamos, es una de las comidas más populares pero a la vez es de las más minimizadas (más allá de que actualmente haya cierta corriente de autor que la está revalidando). Por eso que este Chef’s table tiene cierta pertinencia, aunque a veces caiga en una estética engolada: poner en primer plano a seis cocineros que le han dado un vuelo significativo a esta preparación. Así, la temporada trabaja desde las tradiciones (básicamente la italiana y la neoyorquina) y exhibe sus variaciones, quienes se animaron a romper, a partir del trabajo realizado por Chris Bianco, Gabriele Bonci, Ann Kim, Franco Pepe, Yoshihiro Imai y Sarah Minnick. El spin-off Pizza mantiene el valor de la serie original, esto es una depuración visual que nos hace enamorar de cada pizza, porción o bollo leudando (para un amante de la pizza como quien suscribe, el episodio de Franco Pepe es increíble), pero a la vez una recaída constante en historias de vida que en ocasiones se nos vuelven un poco forzadas. Y hasta reiterativas, sobre todo en la idea de quien decidió torcer un destino (la mayoría de las veces familiar) para dedicarse a hacer pizzas. Obviamente todos terminaron siendo exitosos y hoy tienen locales que trabajan a más no poder. Que en el fondo la búsqueda del éxito parece ser el ingrediente que amalgama todo lo que incluye la receta de Chef’s table: Pizza.
–NdR: Los seis episodios de Chef’s table: Pizza están disponibles en Netflix.
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