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Bandas negras y regulaciones: problemas de adaptación (Parte 1)

Por Cristian Ariel Mangini

(@Masterzio84)

P2 IS: La presencia de Hitler fue una de las razones para que Atlus no localizara al Persona 2 Innocent Sin en occidente.

A menudo las sensibilidades regionales o la coyuntura de una época llevan a fuertes modificaciones en un videojuego respecto al que se gesto en su país de origen. Algunas son entendibles, mientras que otras resultan risibles o insólitas. En particular al sobreestimar o subestimar un determinado mercado, algo que ha sucedido por fuera de modificaciones o recortes. Un buen ejemplo es el de la saga Final Fantasy: el mercado norteamericano se amaneció con una numeración confusa de los juegos porque desde el juego original en 1987 hubo que esperar hasta el cuarto en 1991 por una nueva entrega. Luego entre el cuarto, que era el segundo fuera de Japón y el sexto hubo otro juego que desapareció del mapa y fue conocido mucho tiempo después, el Final Fantasy V de 1992. En su lugar occidente contó con el mediocre Final Fantasy: Mystic Quest, un juego realizado por Square para contentar el paladar de un mercado que consideraban no podía adaptarse a la complejidad de títulos como el II, III y V. Con su éxito en el mercado la empresa japonesa de replantearía esta política reeditando estos títulos con numerosas mejoras varios años después, buscando enmendar su error. En el caso de adaptaciones, recortes o modificaciones se busca adaptar un producto a un mercado que quizás no reciba con las manos abiertas una parte de su contenido.

Hablar de cada uno de los casos seria extenuante o una larga enumeración de elementos que aburrirían al lector. Por tal razón englobaremos algunos de los casos y razones por la cual fueron censurados o modificados. El nazismo y la figura de Adolf Hitler en particular son, logicamente, cuestiones que despiertan sensibilidad en el público. Juegos como el notable plataformas de NES o Family Game Bionic Comando (Capcom, 1988) tuvieron que ser modificados desde el mismo nombre para ser vendidos en occidente: originalmente su nombre era Hitler´s Resurrection: Top Secret y contaba con iconografía nazi que fue modificada por otros símbolos. Incluso videojuegos basados en un conocido manga y anime como Golgo 13 fueron completamente modificados en occidente, ya que el enemigo final de la versión de NES lanzada el mismo año contaba con cabezas flotantes con el aspecto de Hitler.

Lo mismo sucedió con el Wolfenstein 3D en algunas ediciones como la de Super Nintendo, que modificaron el color de la sangre y las referencias nazis. Ya en otra generación de consolas, el título Persona 2: Innocent Sin contaba no solo con un imaginario religioso presentado de forma problemática, sino que Hitler resucitaba como antagonista. Atlus tomó la decisión de no editar el juego en Occidente, asumiendo que no sería bien recibido, dejándonos apenas con la segunda entrega de este dúo de juegos, Persona 2: Eternal Punishment, que es prácticamente inentendible sin la primera parte. En Alemania en particular, la presentación de juegos con imaginario nazi que no pudieran ser modificados eran sacados del mercado hasta el año 2018, en que se derogó la reglamentación. Pero si de sensibilidades políticas hablamos, imposible no mencionar el caso de un boxeador del Mike Tyson´s Punch Out! De NES, lanzado en 1987 en plena Guerra Fría. Su nombre era “Vodka Drunkenski” (Drunk: borracho en inglés) y promovía el estereotipo de rusos borrachos. En la imagen se lo veía sosteniendo una botella de vodka, una imagen que Nintendo procuro suavizar en la versión internacional: se lo veía sosteniendo una gaseosa y su nombre cambio a «Soda Popinski».

Al referirnos a coyuntura política, el juego Metal Gear 2: Sons of Liberty de Konami también debió ser modificado por ser lanzado apenas unos meses después del atentado del 11-S: escenas de las desaparecidas Torres Gemelas fueron descartadas al igual que una escena de destrucción de la Estatua de la Libertad, por tener ecos con el acontecimiento terrorista. En un contexto post 11-S tampoco podemos dejar de mencionar al Call of Duty: Modern Warfare 2 y su polémica misión «No Russians». En este nivel que puede omitirse sin problemas es posible participar de un atentado terrorista en un aeropuerto ruso, participando en la masacre de civiles. Obviamente es un escenario completamente descartado en la versión rusa a pesar de tener importancia en la trama del juego.

En las próximas semanas veremos otros de los motivos que llevaron a modificar juegos en otras regiones incluyendo los más obvios: sexo y violencia.


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