Por Mex Faliero
Desde su título, La mujer de la casa de enfrente de la chica en la ventana propone un juego: esto es una sátira, pero no en el nivel de las parodias de los ZAZ en los 80’s o las más berretas Scary movie de los 2000’s. Esto es una sátira asordinada, un juego constante con todos los clichés del thriller, exagerados y llevados a niveles insostenibles, pero presentados en la superficie con la apariencia de un cuento de suspenso. La mujer de la casa de enfrente… exige un espectador atento a sus códigos, con el riesgo de que si solo ve el thriller, se quede con una historia bastante convencional repleta de giros inverosímiles. Como lo sugiere el título, esta es una de las tantas versiones del típico relato de alguien que cree ver un crimen pero se enfrenta al desinterés de todo su entorno (de La ventana indiscreta a La chica en la ventana). Anna (Kristen Bell, comediante de gran carisma) es una pintora que atraviesa la muerte de su hija (ese suceso es uno de los momentos más increíbles de toda la miniserie), el divorcio de su marido y una particular fobia a la lluvia. Además, tiene evidentes problemas con el alcohol, al nivel de que tiene un bowl exageradamente lleno de corchos en la mesada. Anna no es el personaje más equilibrado y los giros y misterios se acumulan de manera insostenible a partir de su inestabilidad. Detrás de esta locura hermosa hay varios nombres propios involucrados: por empezar, el director es Michael Lehmann, el de Hudson Hawk y otras buenas comedias incomprendidas de los 90’s, que desde hace tiempo dirige para televisión. Los creadores son Hugh Davidson, Larry Dorf, Rachel Ramras, que juntos tienen en su haber la animada Mike Tyson Mysteries, y por separado participaciones en cosas como Looney Tunes y Robot Chicken. Y uno de los productores ejecutivos es Will Ferrell, el gran comediante y un productor muy inteligente, que sabe ver la comedia como pocos. De hecho esta miniserie se parece en parte a A deadly adoption, aquel telefilm que muchos pasaron por thriller Clase B y era una parodia hermosa de esas berreteadas televisivas. Lo mejor de La mujer de la casa de enfrente… es que, en todo caso, también funciona como thriller y tiene un buen manejo del suspenso. Y un último capítulo en el que pisa el acelerador y atraviesa algunos límites que la televisión mainstream no atraviesa. Y que nos deposita en su última escena en otro universo reconocible y parodiable. Una joyita que, temo, corre el riesgo de padecer una enorme incomprensión.
–Los ocho episodios de La mujer de la casa de enfrente… están disponibles en Netflix.
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