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Funcinema

Un amor memorable

Título original: Supernova
Origen: Inglaterra
Dirección: Harry Macqueen
Guión: Harry Macqueen
Intérpretes: Colin Firth, Stanley Tucci, James Dreyfus, Pippa Haywood, Sarah Woodward, Tina Louise Owens, Julie Hannan, John Alan Roberts, Lori Campbell, Peter MacQueen
Fotografía: Dick Pope
Montaje: Chris Wyatt
Música: Keaton Henson
Duración: 95 minutos
Año: 2020
Plataforma: Cining


6 puntos


SENSATEZ Y SENTIMIENTO

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

En la chilena Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, de Carlos Torres Leiva, una pareja gay enfrentaba el proceso de enfermedad de una de sus integrantes, mientras la otra se hacía cargo de atravesar el duelo de la forma más íntegra posible. El punto de vista pertenecía precisamente a quien iba a tener que sufrir la pérdida y no tanto a quien padecía la enfermedad, puesto que ese personaje tenía una decisión tomada. En Un amor memorable, el británico Harry Macqueen explora el mismo conflicto, también con una pareja gay (en este caso de hombres) aunque lo hace desde una forma diametralmente opuesta, tanto como la distancia geográfica que hay entre Inglaterra y Chile: si aquel film se construía desde lo simbólico y hasta lo metafórico, integrando capas vinculadas con un tipo de cine regional y festivalero, este drama avanza desde la pericia de un cine británico industrial, apelando a las emociones más directas que pueden transmitir dos intérpretes maravillosos como Colin Firth y Stanley Tucci. En cierta medida es una película menor, aunque demostrativa de la solidez de un cine que funciona fluidamente.

En Un amor memorable el punto de vista es compartido, lo que habilita además un juego con el suspenso y con datos que el guion va revelando progresivamente: sabemos que Tusker (Tucci) padece una enfermedad degenarativa porque leímos la sinopsis, pero en verdad la película se va tomando su tiempo para contarlo, mientras nos muestra la intimidad que comparte junto a Sam (Firth) en una casilla rodante que atraviesa las rutas inglesas y se va deteniendo en casa de amigos y familiares. El viaje, sabremos luego, es una forma de recuperar el idilio del amor del pasado por parte de la pareja, pero también una suerte de despedida de Tusker, quien es consciente de que ya no puede hacer algunas tareas tan simples como abrocharse la camisa. Macqueen es mayormente pudoroso en su registro del padecimiento de los personajes, aunque muchas veces ese pudor pueda resultar un tanto indolente. Es como que a la película le falta algo que la haga vibrar entre tanta placidez y profesionalismo.

Hay un dato, una última sorpresa del guion, que generará una crisis entre los protagonistas y que tiene que ver con la forma de afrontar una situación como la que afrontan, entre el deseo de no perder la dignidad por parte del enfermo y la necesidad de sentirse útil por parte de quien acompaña. Es un debate interesante que eleva -saludablemente- un poco el tono de la película, y que les permite a Firth y Tucci sacar a la luz otros recursos actorales que parecían un poco sepultados entre tanta amabilidad. Macqueen vuelve a mostrar nuevamente sutileza para registrar el momento más tenso de la película e inteligencia para resolver el conflicto a partir de ahí, con un último plano que más allá de lo esperable no deja de ser emocionante. Ese último plano, además, sintetiza un poco lo que es la película: un camino lleno de situaciones reconocibles o ya vistas, pero jugadas con sensatez y sentimiento.

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