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10 minutos para morir

Título original: 10 Minutes Gone
Origen: Canadá / EE.UU.
Dirección: Brian A. Miller
Guión: Kelvin Mao, Jeff Jingle
Intérpretes: Bruce Willis, Michael Chiklis, Meadow Williams, Kyle Schmid, Texas Battle, Lydia Hull, Swen Temmel, John D. Hickman, Sergio Rizzuto, Geoff Reeves, Tyler Jon Olson, Roman Mitichyan, Frankie Delgado
Diseño de producción: Russell M. Jaeger
Montaje: Bob Mori, Michael Trent
Música: Josh Atchley
Duración: 89 minutos
Año: 2019


3 puntos


CINE-ESTAFA

Por Franco Denápole

(@fdenapole)

Muchas estrellas de Hollywood ya consagradas participan de un modelo específico de producción de películas que da lugar a bodrios como 10 minutos para morir. Consiste este en improvisar un largometraje con el presupuesto más bajo y el menor tiempo posible enfocando luego la publicidad en un actor reconocido para tratar de generar una ganancia mínima. Claro que esta forma de hacer cine no puede sino dar lugar a películas de pésima calidad, pero eso no es lo peor, ni de lo que vale la pena hablar; pero no por ello hay que dejar de decir que 10 minutos para morir, el último thriller criminal de Bruce Willis, no es diferente a cualquiera de este tipo de “low budget movies”: tramas de manual, diálogos torpes, incoherencias de guion, errores de continuidad, escenas que se estiran o se repiten para llegar a la duración mínima necesaria, todo ello montado con los codos.

Lo preocupante, como dije antes, es el sistema de producción en el que se enmarcan estas películas, que no son “cine B” en el sentido tradicional del término, ya que su contexto de producción es otro al igual que sus fines. Estas desnudan el costado más cínico de la maquinaria de Hollywood: películas diseñadas y armadas en las que el reparto y el equipo de producción son simples ensambladores; se trata de películas-estafa (no confundir con películas sobre estafas). La consecuencia última de este modo de hacer cine es el automatismo y la alienación, el sostenimiento de una ideología que lo reduce todo a su valor de cambio y lo vacía de sentido y de propósito. Bruce Willis, que ya ha hecho más de una película de este estilo, se sigue sumando a la nómina de actores reconocidos que funcionan como pilares sobre los que todo esto se sostiene.

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