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Funcinema

Santa

Título original: Idem
Origen: Argentina
Dirección: Víctor Postiglione
Guión: Víctor Postiglione
Intérpretes: Manuel Vainstein, Jonathan Da Rosa, Roly Serrano, Germán de Silva, Moro Anghileri, Daiana ‘Dai’ Hernández
Fotografía: Pablo Desanzo
Montaje: Emiliano Serra
Música: Pablo Borghi
Duración: 2021
Año: 85 minutos


7 puntos


“SEAMOS REALISTAS, PIDAMOS LO IMPOSIBLE”

Por Melody San Luis

(@SanLuisMelisa)

Los viajes en los film dan lugar, muchas veces, a que los personajes reflexionen sobre su vida y generen un cambio interno. Santa funciona como una road movie en la que un adolescente experimenta diferentes situaciones que lo marcan mientras que va en búsqueda de su hermana desaparecida por una red de trata de personas. Es la juventud la que le da al film el tono justo de esperanza y juego que permite que se pueda denunciar la violencia sin requerir un tono dramático.

Tras el secuestro de su hermana, Robinson no puede entender el silencio que en su familia cunde. Esa naturalización de la situación parece abarcar a todo el pueblo. No hace falta conocer la opinión de otras personas para entender que así de incorporado está este delito en la gente del lugar. Basta con el silencio de esa familia y las acotaciones que realizan algunos de los personajes sobre el tema para entender que lo que pasó es algo corriente allí. Para Robinson, sin embargo, es inconcebible que su hermana esté viviendo esta situación. Aun así él tiene suficiente conciencia de que al emprender su búsqueda puede encontrarse con un desenlace muy distinto al que espera, encontrarla viva.

Robinson, junto con su primo y Ornella, una amiga de su hermana, recorren los caminos en búsqueda del paradero de la joven desaparecida. En este viaje encuentran diferentes desafíos que los unen y los ponen a prueba.

Santa es un film que se anima a trabajar la denuncia de la trata de personas y de la violencia desde una óptica que permite situar al espectador en una posición esperanzadora. No es que la realidad se haga más suave ni que se dibuje, pero el empuje que lleva adelante Robinson a contra marea hace que la mirada esté puesta en un porvenir de disputa. Sumado a este aspecto, está la solidaridad de aquellos chicos. El mundo que les tocó no es el mejor, es, más bien, bastante cruel e injusto, pero están dispuestos a enfrentarlo aun sabiendo que del otro lado hay gente muy pesada.

Con este viaje de búsqueda aparece la aventura que se va dando a través de cada una de las hazañas que llevan adelante, desde un “picadito” hasta encontrar la forma de salir de algunos aprietos. Los personajes le otorgan a la película un gran espacio para el juego. La valentía con la que cuenta Robinson es, en parte, por su inconsciencia. ¡Pero qué sería de la vida sin la impulsividad de los jóvenes! Con bajo perfil, tal vez un poco vergonzoso, vemos a un personaje que duda poco en el riesgo que está tomando, sabe que lo que está haciendo es justo y solo va por ese objetivo. Son las peripecias del camino las que le muestran que podían pasar cosas peores de las que se imaginaba, pero aun así él está dispuesto a seguir luchando.

El primo y Ornella son un poco más mayores que Robinson. Aparecen ahí como guías de su búsqueda, ambos acompañan su trayecto y le demuestran que no está solo. Los juegos y charlas que llevan adelante hacen que, por momentos, se corra el eje trágico por el cual van en viaje. Juntos llevan adelante una fortaleza que permite no dejar caer al film en el drama. Como pibes de barrio que la pelearon, realizan ese camino con la cabeza en alto y dispuestos a encontrar motivos para reírse y sobrellevar los malos momentos.

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