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Funcinema

Partituras y beeps: el sonido en los videojuegos

Por Cristian Ariel Mangini

(@cristian_mangi)

Cuando uno piensa en el videojuego lo primero que le viene a la mente es el aspecto visual: los píxeles, los complejos diseños de personajes, los paisajes tridimensionales, el arte que rodea a cada escenario, pero hay un elemento que desde su origen ha cobrado cada vez más importancia y es parte ineludible de su diseño: el sonido. Lo que en su origen era apenas un “beep” que funcionaba como un estímulo, evolucionó a complejas partituras que se venden como bandas sonoras, son el origen de recitales o cuentan con la cotizada firma de un compositor. Probablemente el nombre de Koji Kondo le diga muy poco a una audiencia que desconoce el mundo de videojuegos, pero si piensan en el hongo rojo de lunares blancos de Súper Mario Bros recordarán inmediatamente un sonido. Bien, ese sonido es obra del señor Kondo y es uno de los sonidos más icónicos de la historia de los videojuegos, utilizado de forma paródica luego en varias producciones. Incluso quienes jugaron videojuegos una o dos veces en su vida lo reconocen.

Pero como dijimos todo se inició desde un estímulo sencillo, el clásico Pong (1972) es un buen ejemplo de ello y a lo largo de la década del ´70 será la tendencia que marcará el camino a nuevas posibilidades. En un videojuego tanto la banda de sonido como los efectos cumplen una función fundamental que iremos descubriendo desde su historia y compositores, pero primero debemos reconocer la razón de su importancia. Es sabido que la música genera climas y apela a las emociones, algo que también ocurre en el cine y como herramienta puede ser determinante en la experiencia del videojugador / receptor. Al tratarse de una experiencia inmersiva, el género que se musicaliza, los sonidos que se utilizan y la forma en que se acoplan al relato y la jugabilidad, pueden quedar insertos en la memoria del jugador como parte de la experiencia. Cautivar al jugador desde la música se ha transformado en los últimos años en un campo de formación especializada que construye bandas sonoras memorables.

En la nota “How music shapes the way we play videogames” de Kellen Beck para el sitio Mashable, el compositor británico Grant Kirkhope (responsable de bandas sonoras memorables como Donkey Kong 64, Perfect Dark y Civilization: Beyond Earth) menciona con un notable poder de síntesis que “las imágenes cuentan la historia, pero la música cuenta cómo tienes que sentirte”. Esta frase ilustra el peso específico que tiene el sonido en un videojuego, en la línea de lo que han logrado no solo Kondo o Kirkhope sino también nombres como Nobuo Uematsu, Yasunori Mitsuda, Jeremy Soule, Yoko Shimomura, Jesper Kyd o Akira Yamaoka entre otros. Por otro lado, la música de videojuegos dio lugar a subgéneros musicales como el chiptune, que también ha influenciado a músicos como The Strokes, Robyn o Eminem.

En todo caso se trata de un territorio vasto que comenzaremos a explorar para no perder de vista esta cuestión y conocer su importancia.

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