Por Mex Faliero
Arsene Lupin, el personaje creado hace más de cien años por Maurice Leblanc, ha conseguido un nuevo aire a partir de la serie estrenada por Netflix. Se podría decir que esta producción hace consciente un proceso: el de la apropiación. Porque así como la serie adapta el personaje de una forma absolutamente libre, el protagonista Assane Diop (el carismático Omar Sy) toma a Lupin como referencia y construye su vida a su imagen y semejanza. Entonces Lupin, la serie, construye un mundo en el que Lupin, el personaje, es una celebridad, mientras narrativamente se vuelve una historia más de Lupin. Parece un ejercicio demasiado intelectual y complejo, pero afortunadamente esta serie creada por George Kay avanza sin hacer demasiadas preguntas y se vuelca velozmente a la aventura. Diop es un ladrón de guante blanco, un tipo astuto y muy inteligente que realiza sus golpes copiando al personaje de Leblac y que tiene un propósito: desenmascarar a quienes en el pasado inculparon a su padre en un robo y lo llevaron al suicidio. Todo comenzará con el enroscado robo de un collar, primero de una serie de engaños que Diop irá montando para acercarse a sus enemigos. El primer episodio es una notable presentación, casi un mini-film de robos que nos va llevando de la nariz sin preocuparnos demasiado por el verosímil. Esa es una gran virtud, que se replica en verdad durante los primeros tres episodios y que vuelve a la serie una aventura atrapante. Esos episodios están dirigidos por el experimentado Louis Leterrier, que sabe de pirotécnica pero también de movimiento. Y el ritmo es endiablado. Claro, hay toda una subtrama personal de Assane que en algún momento se cruzará con el relato principal. Y ahí, cuando Lupin quiere construir conflictos, que son bastante básicos, es cuando su perfecto andamiaje se desmorona y quedan en evidencia sus hilos. El desenlace no está a la altura, pero construye un cliffhanger que potencia el interés hacia lo que sigue. Lupin funciona cuando solo vemos el truco y no nos detenemos a pensar; cuando mantiene la consistencia de serie en la vieja escuela y no se pretende franquicia.
–Los cinco episodios de Lupin están en Netflix. Se confirmaron nuevos capítulos para más adelante este año.