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Fantasma vuelve al pueblo

Título original: Idem
Origen: Argentina
Dirección: Augusto Gómez Polo
Guión: Augusto Gómez Polo
Intérpretes: Alfonso Tort, Juan Román Diosque, Laura Josefina Kramer, Fernando Rosa, Marcelo “Maqueta” Márquez, Jorge Ratoski
Fotografía: Martín Turnes
Montaje: Poll Pebe Pueyrredón
Música: Federico Delbon, Las Liebres
Duración: 107 minutos
Año: 2019


6 puntos


BABE, EL PUERQUITO MISIONERO

Por Franco Denápole

(@mdenapole)

Augusto Gonzales Polo, director de Capital (todo el mundo va a Buenos Aires) y Granada y al Paraíso, lleva la filmación de su tercer largometraje a su pueblo natal, Aristóbulo del Valle, en Misiones. La película narra la vuelta a la localidad de “Fantasma”, un hombre de cuarenta años que no ha podido triunfar en la ciudad. El apodo del protagonista funciona como metáfora que sintetiza su carácter reservado y su disposición introvertida. Carga con sus fracasos en los estudios y el trabajo con vergüenza y baja la cabeza incómodo cada vez que alguien descubre su irónico nombre real, Demóstenes, como el orador ateniense.

La película se centra en la relación de “Fantasma” con su entorno, el pueblo y sus antiguas amistades. Se pone en juego la oposición entre pueblo y ciudad: sus amistades no paran de preguntarle acerca de sus proyectos de vida fallidos en la ciudad, ni de decirle que él no tendría que trabajar en un quiosco porque “está para más”, y la vida intrascendente del pueblo no debería serle suficiente. Fantasma vuelve al pueblo da importancia al acto de plasmar el ritmo y las costumbres de los habitantes de la localidad, haciendo hincapié en las relaciones entre cada uno de los personajes: el ex mejor amigo exitoso devenido patrón, sus otros amigos que ahora trabajan para él, la novia de la infancia ya madre de dos hijos, otras mujeres del pueblo que reaparecen en su vida y finalmente un cerdito del que se encariñará. En su relación con el afuera el protagonista irá encontrando escenas que le agradan y aclarando levemente sus incertidumbres, poco a poco y sin los nobles soliloquios que uno atribuiría a un orador griego.

Fantasma vuelve al pueblo funciona como una reflexión realista aunque con gestos metafóricos acerca de estos asuntos y se niega a orientar el retrato hacia estereotipos reductivos o secuencias chillonas. Se trata de una película sencilla con momentos simpáticos que podría funcionar con una duración un poco más corta. Tal vez se esperaría que explore más su veta humorística o que trabaje con sus metáforas de manera más ostensible, para que el relato adquiera algo de vigor sin traicionar su búsqueda de sutileza e introspección.

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