Título original: #jesuislà
Origen: Francia
Dirección: Eric Lartigau
Guión: Thomas Bidegain, Eric Lartigau
Intérpretes: Alain Chabat, Doona Bae, Vincent Nemeth, John Sehil, Blanche Gardin, Delphine Gleize, Jules Sagot, Lee Myung-ja, Camille Rutherford, Ilian Bergala
Fotografía: Laurent Tangy
Montaje: Juliette Welfling
Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine
Duración: 97 minutos
Año: 2019
6 puntos
PAPÁ SOLTERO BUSCA
Por Mex Faliero
Stéphane (Alain Chabat) es un experimentado cocinero que, cuando arranca la película, está preparando el menú para la fiesta de casamiento de uno de sus hijos. Más o menos ese parece ser el rol que cumple en su familia: una suerte de servidumbre, un tipo desconectado tanto de sus hijos como de su ex mujer. Tan desconectado, que desconoce que el hijo que esa noche se casa con una chica tiene a escondidas también un amorío con un chico. O no tan a escondidas. En verdad todos lo saben, menos él. Pero la desconexión que tiene con su núcleo más cercano es inversamente proporcional a la que mantiene con una mujer coreana con la que chatea por Instagram y por la que terminará viajando en una decisión intempestiva, algo que parece poco habitual en su vida. Ese será el primer giro de la película, instancia que depositará en otra instancia y en nuevos giros, en una historia que parece querer abarcar muchos asuntos relacionados con las relaciones humanas pero que se queda un poco en la superficie, más allá de que lo haga a pura simpatía.
#TeSigo (el título que le pusieron por estas tierras juega con los vínculos en redes sociales, aunque el original hace mención a un hashtag que utiliza el protagonista y que lo vuelve famoso) es una película de Eric Lartigau (La famille Bélier), director experimentado en comedias a medio tiempo, un poco dramáticas, industriales en el completo sentido de la palabra, pero a la vez autorales, o al menos con una personalidad que las corren del esquema de comedia vodevilesca que los franceses hacen en cantidad, y cada vez peor. Precisamente eso es lo que luce en este film, un profesionalismo a prueba de defectos, que la vuelven sólida a pesar que nunca pase de cierta medianía. Y tal vez ni siquiera se lo proponga. Ese profesionalismo que va desde el primero hasta el último del equipo, y que se sintetiza en la presencia de Chabat, gran comediante francés que se pone la película al hombro y soporta con su mejor cara los chistes buenos y los otros. Su Stéphane llegará a Corea y (no conviene adelantar por qué) quedará varado en el aeropuerto durante varios días, como una suerte de Tom Hanks en La terminal pero sin haber perdido la patria. En ese lugar se volverá una celebridad, una figura incluso mediática que tendrá su cuarto de hora de fama.
El film de Lartigau se va imponiendo diversos desafíos y va resolviendo cada conflicto de manera más o menos precisa, especialmente el que tiene como protagonista a Stéphane y su amante coreana. Si la película se va volviendo una enrevesada reflexión sobre los vínculos interpersonales en tiempos de redes sociales (las situaciones se vuelven algo hiperbólicas para el casi intimismo que planteaba en un comienzo), en el último acto vuelve un poco a sus orígenes. Porque #TeSigo es en el fondo una película de padres e hijos, de querencias y reproches, de herencias y legados. Y ese aire pacífico que la película encuentra hacia el final, entre charlas y comidas bien regadas, es un poco lo que este padre solitario salió a buscar y terminó encontrando. Puede que #TeSigo haga demasiado ruido para llegar hasta ese lugar y hasta que parezca tres películas en una, pero un poco es también la síntesis de lo que su protagonista debe hacer para hallar su paz interior.