Por Mex Faliero
Decíamos semanas atrás, a raíz de una recomendación de la serie Hoops, que la animación para adultos parece haber entrado en una suerte de estancamiento. Por suerte todo esto que decimos puede ser absolutamente refutado con la llegada de Close enough, esta maravilla lanzada por HBO Max y que ahora alcanza notoriedad internacional gracias a la distribución de Netflix. Close enough es una nueva creación de JG Quintel, autor de la fabulosa Regular show. Y si aquella renovaba la animación para niños llevando a otro nivel lo hecho por Cartoon Network en los 90’s, en esta nueva producción toma las historias familiares y adultas con el mismo espíritu libre: una serie que en primer momento parece ser otra rutinaria comedia sobre la vida hogareña pero que se vuelve relevante a partir de progresivos toques de fantasía que la convierten en una experiencia lisérgica. En lo concreto tenemos otra pareja aburguesada, Josh y Emily, que padece la crisis de los treinta mientras crían a la pequeña Candice. ¿Cómo salir de ese aburrimiento en el que ingresa la vida y convertir la experiencia en una aventura? parece ser la premisa de JG Quintel. Lejos de la enseñanza y los consejos de vida, Close enough encuentra el aprendizaje de sus personajes por la vía del desparpajo, en temas como la relación de lo laboral con lo familiar, la búsqueda de tiempo para hacer todo lo que uno quiere o el sentirse aún joven y no quedar afuera de la nuevas modas. La primera temporada está integrada por ocho episodios, que en verdad son dos historias diferentes de poco más de 10 minutos cada uno (salvo el último increíble episodio, The canine guy, el del chico perro que se hace amigo de Josh que dura más de 20 minutos). La serie tiene ideas tan alucinantes como inquietantes, como un boliche que asesina a los clientes que tienen más de 30 años (Logan’s Run’d), una pareja divorciada que tuvo la mala idea de coserse los cuerpos en pleno enamoramiento (First date) o un caracol gigante que tiene el poder mágico de manejar el tiempo con su sombrero (Snailin’ it). Close enough es notablemente creativa, aprovecha los límites difusos de la animación y sorprende, con una superficie de relato familiar tradicional que se va subvirtiendo hacia un surrealismo impensado. Hay ideas, hay una apelación al público adulto sin paternalismo y un lenguaje que asimila las formas modernas del relato ficcional. Una pequeña gran joya.
–Los ocho episodios de Close enough se encuentran disponibles en Netflix; hay segunda temporada confirmada.