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San Sebastián 2020: Woody Allen, Johnny Depp y barbijos

Woody Allen dio una conferencia a través de videollamada.

Con pocas estrellas internacionales, una cantidad reducida de espectadores y sin alfombras rojas, el Festival Internacional de Cine de San Sebastián tuvo el pasado viernes la apertura de su 68ª edición con la proyección de Rifkin’s Festival, la nueva comedia que Woody Allen filmó en España y que el director presentó por videollamada. Como ocurrió en Venecia semanas atrás, el coronavirus generó una postal diferente.

Rifkin’s Festival narra el ocaso de un matrimonio interpretado por Gina Gershon y Wallace Shawn, que viaja al Festival de San Sebastián y donde ella se enamora de un director francés y él de una doctora interpretada por Elena Anaya.

Sobre la película, y por videollamada desde Nueva York, Allen señaló: “Solo puedo decir que he pasado muchas décadas rodando en Nueva York, en Europa y en Hollywood, y tengo muchas anécdotas y mucha información. Fue fácil escribir el guion”.

Obviamente su participación en San Sebastián fue particular a raíz de la pandemia. “Esta horrible pandemia lo ha estropeado todo. Tengo ideas y las quiero convertir en películas. Me aburro si me quedo a pasear por casa, que es lo que hecho durante la pandemia. Tengo un guion acabado y una obra de teatro escrita, pero no quiero seguir acumulando cosas: mientras me respete la salud, seguiré trabajando”, aseguró.

También hizo referencia a su situación judicial y las críticas de actrices como Kate Winslet, que se arrepintieron de trabajar con él: “Todas las actrices con las que he trabajado son grandes intérpretes, pero no conocen la situación lo suficiente. Quieren hacer lo políticamente correcto, pero no saben la situación real antes de hablar. Si investigaran más no dirían lo que han dicho de mí. Se ha investigado muchas veces y siempre se desestima”.

En relación a la disputa por la Concha de Oro, el sábado se vieron la película española Akelarre del argentino Pablo Agüero y la francesa Verano del 85 de François Ozon. Sobre Akelarre la prensa internacional ha dicho que se trata de un film que va de menor a mayor: la película hace mención a una caza de brujas en el País Vasco durante el Siglo XVII.

Por su parte lo nuevo de Ozon ha sido visto como una forzada intriga romántica sobre un joven de 16 años y el cadáver de su amigo de 18. Una película sin peso dramático que, eso sí, cuenta con una buena actuación de Valeria Bruni Tedeschi.

En la jornada de hoy el plato fuerte de San Sebastián fue Johnny Depp, que con su particular estilo (y demorando un par de horas una conferencia de prensa) presentó el documental Crock of gold sobre el poeta y cantante punk líder de The Pogues, Shane MacGowan. Se trata de una larga charla etílica en la que Depp acompaña a MacGowan mientras recuerda su trayectoria.

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