No estás en la home
Funcinema

Honey boy

Título original: Idem
Origen: EE.UU.
Dirección: Alma Har’el
Guión: Shia LaBeouf
Intérpretes: Shia LaBeouf, Lucas Hedges, Noah Jupe, Byron Bowers, Laura San Giacomo, FKA Twigs, Natasha Lyonne, Maika Monroe, Clifton Collins Jr., Mario Ponce, Martin Starr, Haylee Sanchez, Giovanni Lopes
Fotografía: Natasha Braier
Montaje: Dominic LaPerriere, Monica Salazar
Música: Alex Somers
Duración: 94 minutos
Año: 2019


6 puntos


UN DRAMA DE ACTORES

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Lo que cuenta Honey boy lo han contado gran cantidad de películas en el pasado: el conflicto del niño estrella que termina chocando de frente con la realidad y sumido en una depresión existencial, adicciones y demás. Pero la película de Alma Har’el presenta algunas novedades a este esquema conocido: en primera instancia el conflicto del chico no es con su trabajo sino la relación con su padre; por otro lado hay un quiebre temporal que lleva la película del presente al pasado, indagando en la infancia del protagonista como una suerte de cura en medio de su rehabilitación; y por último lo fundamental, el guión de Shia LaBeouf que surgió como trabajo durante su propia rehabilitación y en la que cuenta un poco la experiencia que vivió con su padre. Y es este punto el que termina teniendo más peso en la película, potenciando un poco el agobio dramático que atraviesa todo el relato.

LaBeouf interpreta al padre de Otis (Noah Jupe en el pasado, Lucas Hedges en el presente del relato), un hombre con un pasado de violencia y adicciones, con una pulsión por la humorada un poco incómoda, que trabaja como acompañante de su hijo (una suerte de salvavidas), llevándolo y trayéndolo del set de grabación de la serie en la que trabaja. Es un personaje patético que cuelga sobre la espalda el peso de sus decisiones pasadas, un personaje al que LaBeouf construye en un tour de force torturante y bastante asfixiante para la película. Si Alma Har’el logra en un principio, y a partir de un interesante uso del montaje, que Honey boy pueda dar una vuelta de tuerca narrativa a la hora de contar este ida y vuelta temporal, progresivamente la película se va cerrando cada vez más sobre los actores, sobre sus gestos, sus inflexiones, encontrando en el primer plano su casi único recurso narrativo. Uno puede entender el carácter catártico que tiene esto para LaBeouf, pero también hay que comprender que una película es una experiencia colectiva en la que el espectador no debe ser expulsado, no al menos en este tipo de producciones (cercanas al mainstrean) que lo que tienen como fin es compartir un dolor.

Por lo tanto, Honey boy (una de las películas independientes más citadas de 2019 en Estados Unidos) crece cuando logra salir de ese encierro dramático y de la extorsión emocional de LaBeouf (que está bien, aunque su show finalmente no fuera tenido en cuenta para la temporada de premios); es decir, cuando ese pequeño gran actor que es Noah Jupe impone su presencia y aporta un aire de amabilidad desde su ingenuidad infantil. Aquellos momentos que comparte con una vecina del condominio donde vive con su padre, donde observa con ojos infantiles un mundo adulto que puede ser hostil pero que esconde otros rincones fascinantes como la sexualidad y el amor, son lo mejor de una película que en su búsqueda por ser angustiante resulta un poco irritante. Pero que es salvada, cuando no, por aquellas instancias de humanidad y claridad.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.