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Recapitulación de The walking dead: Open your eyes

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

ATENCIÓN: SPOILERS

The walking dead siempre fue una serie que jugó con elementos de manipulación y Open your eyes es casi como un resumen formal de este aspecto, un capítulo donde se aborda cómo hay personajes que manipulan a otros y que, a la vez, aplica unos cuantos trucos para engañar al espectador. Y la verdad que su apuesta narrativa termina funcionando muy bien, a tal punto que arriba a un final tan sorprendente como lógico, desolador y angustiante.

Dos fueron los ejes de Open your eyes, aunque no dejaron de estar claramente interrelacionados a partir del interrogatorio del miembro de los Susurradores capturado por Carol y Daryl. Y es Carol la que asimila rápidamente lecciones de manipulación, que son transmitidas en parte por Lydia, quien entiende cómo acciona su madre Alpha para convencer a sus seguidores. Primero intenta debilitar al prisionero desde la persuasión, mostrándole las bondades y posibilidades de confort de la vida en Alexandria, aunque ese experimento termina en fracaso, con el Susurrador escupiéndole un banquete en la cara justo cuando parecía doblegarse. Sin embargo, de ese fracaso termina aprendiendo, ya que obtiene la información de que una de las bases que sostiene el liderazgo de Alpha es el supuesto de que aceptó sacrificar a su hija en pos de su forma de vida, cuando en realidad sigue viva.

A pesar de que el prisionero muere envenenado antes de poder utilizar ese factor a su favor –ya volveremos luego sobre eso-, Carol decide llevarse a Lydia al bosque, usándola como instrumento de desestabilización. Esa disposición tiene un efecto doble: si por un lado sirve para sacudir definitivamente todo el sistema de creencias de Gamma cuando la ve a Lydia, justo cuando había dejado de lado todo rodeo con Aaron en pos de cumplir las órdenes de Alpha; por otro introduce un quiebre casi definitivo entre Lydia y su existencia en Alexandria. Si a la hija de Alpha solo le quedaban dos referentes en Daryl y Carol, la segunda se revela como capaz de ser tan manipuladora como la líder de los Susurradores. En Open your eyes, las dos grandes antagonistas que son Carol y Alpha empiezan a mostrar unas cuantas similitudes en pos de lograr sus objetivos, lo cual coloca a la primera en un lugar cuando menos problemático.

Sin embargo, quien se va consolidando a lo largo del capítulo como el gran protagonista es Siddiq, aunque al precio de convertirse en un héroe trágico. Por fin esta nueva temporada consigue darle un sentido específico y sólido a su recorrido previo de traumas, alucinaciones y pesadillas: a pesar de que no deja de parecer un mero instrumento del guión, es palpable la sensación de desolación que lo acompaña durante todo el relato, desde la pérdida absoluta de control hasta la consciencia demasiado tardía. Todo alrededor de Siddiq es engaño y manipulación: desde que haya envenenado sin querer al prisionero al proveerle de la sustancia equivocada hasta que haya sido culpable de la intoxicación de buena parte del pueblo por el consumo de agua. Detrás de todo eso estaba Dante, su compañero médico, que era un tipo tan simpático hasta que nos damos cuenta –junto con Siddiq y muy tarde- que era un infiltrado enviado por Alpha. Fue él el que obligó al desdichado médico a mirar cómo la líder de los Susurradores perpetraba la matanza de la temporada pasada y quien retoma la frase dicha en ese momento (“Abre los ojos”) para cambiarla por su opuesto, mientras lo ahorca, silenciándolo y manteniendo su secreto a salvo. A partir del tristísimo cierre de Open your eyes, los espectadores sabemos más que los protagonistas, lo cual cambia la estructura narrativa de The walking dead hacia adelante.

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