Título original: Idem
Origen: EE.UU.
Dirección: Anne Fletcher
Guión: Kristin Hahn, basada en la novela de Julie Murphy
Intérpretes: Danielle Macdonald, Jennifer Aniston, Odeya Rush, Maddie Baillio, Bex Taylor-Klaus, Luke Benward, Georgie Flores, Dove Cameron, Harold Perrineau, Kathy Najimy, Joshua Allan Eads, Hilliary Begley
Fotografía: Elliot Davis
Montaje: Emma E. Hickox
Música: Jake Monaco
Duración: 110 minutos
Año: 2018
6 puntos
CONCURSO ENTRE MADRE E HIJA
Por Mex Faliero
Los concursos de belleza, esos espacios que actualmente gozan de bastante desprestigio pero que en Estados Unidos siguen desarrollándose y convirtiéndose en pilares de la sociedad, al menos en las pequeñas comunidades. Certámenes que suman ahora algún talento para disimular su superficialidad, y que para muchas jóvenes forman parte de su educación y sublimación del instinto competitivo. Dumplin’, la comedia dramática de Anne Fletcher, tiene como epicentro uno de estos concursos organizados en un pueblo de Texas, aunque en verdad es la excusa narrativa para contar la historia de una madre y una hija distanciadas y cómo logran derribar algunas barreras que las separan. La madre, Rosie (Jennifer Aniston), ganó el concurso hace más de dos décadas, y es una suerte de referencia dentro de la comunidad, y la hija, Willowdean (Danielle Macdonald), escapa a los estándares de belleza tradicionales y lucha no sólo contra la discriminación circundante sino también contra sus propios prejuicios. Cuando la joven se anote en el concurso lo hará no sólo por buscar un objetivo y burlarse del sistema, sino también para confrontar con su superficial madre.
El centro de la película es la conflictiva Willowdean, y sostiene su tono en el sentido del humor del personaje, que es irónico, corrosivo y desafiante. Dumplin’ tiene muchos tips de la comedia independiente norteamericana circa Sundance, especialmente en esa liviandad para no volverse demasiado trágica a pesar de tener múltiples elementos dramáticos que la integran y en personajes un poco cínicos pero sensibles en el fondo. Willowdean comienza a sentir cierta orfandad al morir su tía, que no sólo era la persona que la contuvo emocionalmente durante su infancia sino la que le legó una suerte de deidad: Dolly Parton. El fanatismo por la cantante country ligará el presente con el pasado, pero también servirá como quiebre dentro de la historia, una vez que la protagonista construye su típico grupo de perdedores y avance contra las reglas del concurso. Sin embargo, ya sea por la selección musical con bellas canciones de la Parton o porque Aniston, como productora, apuesta por una amabilidad que se aleje de lo corrosivo, la película tiende a ser bastante ligera. Es decir, Dumplin’ está más cerca de la crítica noble de Ladybird que de la corrosividad algo canchera de Pequeña Miss Sunshine.
La vuelta de tuerca del relato llegará de la mano de la presencia omnisciente de Dolly Parton y de un grupo de transexuales y transformistas sacados de Priscilla reina del desierto, que montan su show en un particular bar texano. Con ellos llegarán ciertas lecciones sobre aceptarse y valorarse, y atacar el mundo… si en tacones mucho mejor. Dumplin’, que venía con cierta rugosidad amable, termina queriendo atar todos los cabos y apurando un final en el que los personajes encuentren su horizonte. No está mal, pero también es cierto que la acumulación de clichés empaña un poco los resultados de una película que busca congraciarse exageradamente con un espíritu de época. Luego recordamos que Fletcher es una realizadora más cercana a un mainstream de segunda línea y le falta el vuelo necesario como para ser algo más lúdica con los lugares comunes. Por suerte Macdonald es una actriz luminosa que vuelve más complejo a su personaje y Aniston en un rol secundario demuestra que el paso del tiempo la ha convertido en una intérprete mucho más sólida.