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24 líneas por segundo: acá hay pantera encerrada

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Desde el momento de su estreno a Pantera Negra la rodeó un halo de bondad y buena crítica incomprensible. Eso solo ya generaba bastante irritación ante una película que no sólo era un regular film de acción, sino que estaba entre lo peor que había estrenado Marvel, contradiciendo además varios de sus preceptos: una película solemne, sin humor, carente de inventiva visual y absolutamente falta de carisma. Pero desde entonces sabíamos que algo se estaba cocinando en Hollywood y que la primera nominación al Oscar para un tanque de superhéroes era posible. Incluso hasta podía ganarlo. Claro, después llegó Roma y el sistema modificó su objetivo… y también mi irritación. Pero el tema es Pantera Negra y su presencia como nominada a Mejor Película. ¿Por qué? ¿Qué es lo que lo justifica? En primera instancia hay que decir que a los de la Academia se les viene el rating de la ceremonia en picada y suponen que meter un film masivo y popular hará crecer la audiencia. Vaya uno a saber… Lo cierto es que no eligieron cualquiera, decidieron poner en la terna a la más políticamente correcta de la historia. La que a través de sus estereotipos africanistas (y no es crítica, es un cómic que trabaja desde la superficie) supone revalidar la causa de los negros en Hollywood. Usted podrá decirme que no, que la película tiene valores por fuera de eso. Pero veamos… ¿Qué hace buena a una película? ¿Qué nos seduce? ¿La fusión de qué elementos colabora en la construcción de un buen relato? ¿La dirección? ¿Las actuaciones? ¿Un guión pulido? ¿Un montaje que marque un ritmo preciso? Bueno, Pantera Negra no está nominada en ninguno de esos rubros. Es decir, está metida en la categoría de mejor película por un puro capricho, porque no hay un solo elemento que se distinga en su construcción escuálida: las nominaciones mismas lo dicen, las nominaciones refutan su valor. Hace un par de años dejaron pasar la imponente Logan, esa sí con un gran trabajo de dirección y actuaciones impecables. Qué le vamos a hacer Oscar, siempre tarde lo suyo.

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