Buena
RESUMEN REFLEXIVO DE UN CLÁSICO
Por Rodrigo Seijas
El clásico eterno que es Hamlet, de William Shakespeare, tiene una nueva adaptación, esta vez a cargo del dramaturgo, actor y director Adrián Di Stefano, quien la lleva al terreno del monólogo como una forma de reflexión estética, discursiva e incluso personal.
La operación narrativa y actoral que realiza Di Stefano funciona también como un resumen argumental y a la vez temático, porque los recortes textuales que establece permiten ir indagando en los distintos tópicos que atraviesa esta tragedia. En dinámica acumulación, van surgiendo los dilemas éticos y morales; el deseo de venganza como única reparación posible para el protagonista; las implicancias sanguíneas y familiares; la lectura social y política; y la reflexión sobre la construcción del artificio y la materialidad teatral.
Sin embargo, dentro de ese recorrido temático, lo que terminará imponiéndose es la reflexión sobre la representación como vehículo de memoria, que parte de una acción individual para luego adquirir resonancias colectivas. El Príncipe de Dinamarca que delineó Shakespeare, y que vuelve a surgir en la traducción de Di Stefano –con ese monólogo que es la vez un diálogo interior y existencial-, es alguien que cuenta su propia experiencia, que hace explícita su mirada, interpelando al espectador y transmitiéndole sus propios dilemas.
La apuesta que hace Di Stefano tiene una dosis de riesgo importante, pero la lleva adelante con un compromiso corporal y gestual al que no se puede subestimar, porque implica adoptar múltiples tonalidades, identidades y hasta climas desde su solo figura, sosteniendo todo el andamiaje de la obra. Este objetivo lo cumple con creces, a pesar de que los rubros técnicos de la puesta en escena no terminan de acompañar: si el juego con las luces potencia el carácter de intriga que marca de forma constante al relato; el acompañamiento musical no llega a cuajar de forma consistente con lo que se está viendo sobre las tablas.
Aún con sus desniveles, el Hamlet que construye Di Stefano posee unos cuantos puntos de interés, a partir de cómo actualiza desde la unificación corporal la heterogeneidad de interpretaciones de un texto que se renueva constantemente.
Autor: William Shakespeare Adaptación, Actor y Director: Adrián Di Stefano Asistente Técnico: Joaquín Facchini Vestuario: Manoli Osores Muñoz Producción: Teatro Colonial Duración: 60 minutos Sala: Teatro Colonial (Paseo Colón 413, CABA) – Sábados de enero y febrero a las 21:00.