Título original: Bad Times at the El Royale
Origen: EE.UU.
Dirección: Drew Goddard
Guión: Drew Goddard
Intérpretes: Jeff Bridges, Cynthia Erivo, Dakota Johnson, Jon Hamm, Chris Hemsworth, Cailee Spaeny, Lewis Pullman, Nick Offerman, Xavier Dolan, Shea Whigham, Mark O´Brien, Charles Halford, Jim O´Heir, Alvina August, Bethany Brown, Rebecca Toolan
Fotografía: Seamus McGarvey
Montaje: Lisa Lassek
Música: Michael Giacchino
Duración: 141 minutos
Año: 2018
9 puntos
MALOS PARA UNOS, PERFECTOS PARA OTROS
Por Henry Drae
Muchas veces no alcanza con juntar un puñado de nombres de actores cuya sola presencia convoca haciendo lo que mejor saben, sin esfuerzo. Ni con tirar una historia de suspenso y enredos contando con una fotografía cuidada y una cámara técnicamente virtuosa para lograr algo tan siquiera digerible. De hecho uno sabe que hay fórmulas para las historias corales que funcionan porque están bien calibradas y medidas, en lo que brindan de emoción y en el desarrollo de conflictos. Pericia de algunos directores, trucos de varios productores, años de experiencia. Pero no siempre sale. Podríamos citar docenas de ejemplos pero no tiene caso porque es mejor hablar de lo bueno que tiene Malos momentos en el Hotel Royale, que no es poco ni deja de merecer estas líneas.
Comencemos por lo primero que percibimos, que es la puesta en escena, la cámara y la fotografía en una consonancia perfecta. Tenemos una presentación en la que se nos cuenta una micro historia con un punto de vista fijo, pero utilizando hasta el último milímetro de profundidad de campo, los matices de luces y sombras, las texturas y las luces como personajes narrativos de excelencia.
Sigamos por la llegada de los personajes, cada uno con su misterio, sus gracias, su carisma y su carga de violencia latente. Con sus secretos y esa forma de sugerirlos que nos hace compenetrar en la historia y seguir averiguando como todo se conecta.
Y cerremos con los consabidos flashbacks, que lejos de ser ya parte de un recurso remanido y al que echan mano quienes adolecen de otras habilidades narrativas, son el encastre perfecto en el armado. No es una historia compleja pero sí con misterios a develar. Y con héroes que más allá de acciones heroicas tienen un merecimiento por tragedias pasadas y una esencia de bondad que los convierte en empáticos.
Esto alcanzaría para que Malos momentos en el Hotel Royale se convierta en un producto digno, pero no conforme, hace lucir a sus personajes como diciendo “este casting no es casualidad” y ahí es donde aparece un tal Laramie (Jon “Don Draper” Hamm) como queriendo tomar el control de todo lo que lo rodea; el padre Dlynn (Jeff Bridges y su sacerdote a la medida); la sufrida cantante Darlene Sweet (Cynthia Erivo) como la mujer que huye de un pasado turbulento; y la seductora y no menos misteriosa Emily Summerspring (Dakota Johnson), que corona el primer cuadro de situación solo para que las cosas terminen complicándose mucho más. Para cuando el despiadado Billy Lee (Chris Hemsworth) hace su aparición triunfal, el caos ya es bastante intenso y palpable, pero sobre todo disfrutable.
Malos momentos en el Hotel Royale es de esas películas que no marcan un antes y un después, pero terminan siendo el claro referente de un género y el fiel reflejo de por qué disfrutamos tanto de las buenas recreaciones de época.