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DC – La muerte de Superman

Título original: The death of Superman
Origen: EE.UU. 
Dirección: Jake Castorena, Sam Liu
Guión: Peter Tomasi, basado en el cómic de Bill Messner-Loebs, Gerard Jones y Karl Kesel
Intérpretes: Jerry O´Connell, Rebecca Romijn, Rainn Wilson, Rosario Dawson, Nathan Fillion, Christopher Gorham, Matt Lanter, Shemar Moore, Nyambi Nyambi, Jason O´Mara, Jonathan Adams, Rocky Carroll, Trevor Devall, Paul Eiding, Patrick Fabian, Jennifer Hale, Charles Halford, Erica Luttrell, Max Mittelman, Toks Olagundoye, Rick Pasqualone, Amanda Troop, Cress Williams
Música: Frederik Wiedmann 
Duración: 81 minutos
Año: 2018


6 puntos


TERRITORIO FAMILIAR

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

El relato de DC – La muerte de Superman es esencialmente episódico, y en esa estructura, sus decisiones son esencialmente pragmáticas, marcadas por la sencillez y la practicidad. Su trama, basada en el famoso cómic de 1992, va a lo seguro y entrega lo que espera un espectador que seguramente tendrá cierto conocimiento del universo de DC y sus diversos personajes. Esto le permite tener un piso relativamente alto, pero también la condena a ser una mera ilustración del material original.

La película animada, dirigida por Jake Castorena y Sam Liu, muestra a la Liga de la Justicia consolidada en su funcionamiento, aunque es claro que el marca la diferencia es Superman, a partir de sus inmensos poderes. Es decir, algo parecido a la Selección y Messi, aunque sin tanto melodrama telenovelesco. Cuando aparece una criatura prácticamente invencible llamada Doomsday, que empieza a despachar a todos los miembros de la Liga sin grandes dificultades, el Hombre de Acero se convierte en la última esperanza, aunque para cumplir con su deber tendrá que poner en juego su propia vida.

En DC – La muerte de Superman se repiten los habituales dilemas y obstáculos que afrontan las figuras heroicas de los cómics: cómo lidiar con las expectativas de los demás, de qué forma construir un espacio propio para los afectos y la intimidad, y claro, los riesgos que corren los seres queridos, que siempre están expuestos a ser daños colaterales. En este caso, las dudas que aquejan a Superman es cómo fusionarse armoniosamente con su alter-ego Clark Kent, quien por fin está iniciando una relación amorosa con Lois Lane. De ahí que el film tenga una gran cantidad de pasajes marcados por una acción hiperbólica, pero también unas cuantas instancias donde pesa más el género romántico, con Clark dudando sobre contarle a Lois toda la verdad sobre su identidad.

El film se mueve con comodidad y fluidez en todos los aspectos mencionados, con un estilo narrativo sumamente dinámico y sólido, donde se ve que los realizadores tienen en claro que el centro conflictivo es Superman/Clark Kent y el resto de los personajes (la Mujer Maravilla, Batman, Flash, incluso Lex Luthor) son de relleno, aunque perfectamente funcionales a la trama. Claro que es difícil distinguir algún elemento nuevo u original: en DC – La muerte de Superman todo es bastante previsible y hay poco lugar para la sorpresa. De ahí que en un punto no deje de ser una película un tanto frustrante, ya que nunca se aparta de la norma y carece de ambiciones que vayan más allá de ser un entretenimiento doméstico y pasajero.

Las distintas secuencias que se van acumulando con los créditos finales de DC – La muerte de Superman dejan todo abierto para la continuación, Reign of the Supermen, que estará basada en otro cómic, El reinado de los Superhombres. La intuición indica que esa nueva entrega también será correcta y efectiva, pero que tampoco irá más allá de lo esperado.

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