Buena
EL RESQUEBRAJAMIENTO DEL MUNDO OFICINESCO
Por Mariana Jaqueline Ramirez
Las relaciones laborales siempre son complicadas y Tute Cabrero lo demuestra recorriendo distintos estereotipos de trabajadores: los que no se meten, los que responsabilizan al veterano, los que no se hacen cargo de los errores, por mencionar algunos. En las oficinas, la competencia profesional trae aparejada la falta de compañerismo y un alto grado de hipocresía que resulta ser terriblemente triste.
Aquí, el staff de dibujantes de la empresa Alfa está conformado por Jorge Graciosi, Fernando Ricco y Juan Manuel Romero, quienes dan vida a personajes que se hacen querer al mismo tiempo que generan desagrado. Ellos son hombres de distintas generaciones y dan cuenta de que los tiempos de ahora no son como los de antes. En ese sentido, se vislumbra cómo este clásico escrito en 1968 por el maestro Tito Cossa sigue vigente en nuestros días.
En un espacio casi vacío, el grupo de dibujantes comparte anécdotas laborales, pequeñas complicidades con risas y cafés de por medio. Ese ambiente cálido parece ser el trabajo ideal, el que todos quieren -que en parte lo es-, hasta que la voz en off del jefe da la mala noticia transformando al centro de la escena en un campo de batalla. Así, tal como sucede en el juego de cartas, dos jugadores se pondrán de acuerdo para expulsar al más débil. El espacio minimalista de la escena se completa con la interacción constante con las mujeres, que a medida que avanza la obra queda clara la poca importancia que ocupan sus opiniones en estos hombres.
De esta manera, el director Jorge Graciosi resuelve la puesta en escena superponiendo diferentes espacios en los que se intercala lo laboral con lo doméstico-familiar. Esto es posible gracias al excepcional trabajo con la iluminación a cargo de Héctor Calmet. Con el correr de la obra, el espectador conocerá la hipocresía, la desigualdad, el poco compañerismo con el que se manejan estos empleados de clase media ante una situación límite, poniendo la prioridad en sí mismos sin preocuparse por los pares.
En tanto, los actores denotan cualidades particulares que se ajustan a la generación a la que pertenece cada personaje. En líneas generales, tienen un buen trabajo actoral, aunque se nota una falta de intensidad dramática que acentúe la situación límite frente al inminente desempleo.
En resumen, la pieza representa un “como si”, en el que se viven todos los estadios posibles de desesperación frente al temor a convertirse en desempleados. A partir de las decisiones tomadas, ya nada podrá ser como antes, y todo lo bueno que era se perdió para siempre.
Autoría: Tito Cossa Actúan: Rosario Albornoz, Patricia Durán, Jorge Graciosi, Fernando Ricco, Juan Manuel Romero, Elida Schinocca Vestuario: Maria Armentano Iluminación: Héctor Calmet Diseño de espacio: Héctor Calmet Música original: Malena Graciosi Operación técnica: Fernando Díaz Fotografía: Martín Albarracín Diseño gráfico: Sebastián Roitter Asistente de producción: Cecilia Santos Asistencia de dirección: Sofía Grassetti Prensa: Silvina Pizarro Dirección: Jorge Graciosi Duración: 70 minutos Sala: Andamio ´90 (Paraná 660, CABA) – Sábados a las 22:30. Hasta el 28 de abril.