Por Mex Faliero
Atención: hay spoilers.
La velocidad con la que avanzó Better call Saul en los primeros capítulos de la tercera temporada generó un problema interno y que pone en evidencia que los ritmos de resolución de conflictos de la serie son otros y no estos, los vertiginosos a lo Breaking bad. Llegada justo la mitad, con el vínculo entre Chuck y Jimmy estallado, la tercera temporada -como los personajes- tiene que pagar las consecuencias de sus actos y reorganizarse. Tanto Off brand como este Expenses, el séptimo, son episodios donde los protagonistas van buscando nuevos caminos y la serie baja la intensidad para generar expectativa en los espectadores: la semana que viene no habrá capítulo y el regreso, para los últimos tres, será el 6 de junio.
Pero en Expenses pasaron muchas más cosas que en Off brand, de hecho casi que se inspeccionaron todas las subtramas para ver su salud. En verdad no aparecieron Fring ni Chuck, pero en este episodio hubo muchos avances: Nacho que sigue buscando la forma de envenenar a Héctor Salamanca y hace negocios con el regresado Daniel Wormald; Mike en una suerte de retiro -aunque no-, con guita guardada y ayudando en una Iglesia; Kim un poco tensa al lado de Jimmy/Saul, seducida por ese lado oscuro que aparece (vuelven los viejos vicios de estafas “resbalosas”) pero retenida por su moral y además atosigada por el caso Mesa Verde; y Jimmy… bueno, Jimmy se merece un párrafo aparte.
Todo Expenses, en verdad, pareció una excusa para llegar a esos últimos minutos en los que Jimmy sacó a relucir todas sus artimañas, las peores, ganado por el rencor hacia su hermano Chuck. Fue además un momento en el que Bob Odenkirk mostró todos sus recursos, los humorísticos y los dramáticos, y donde la chantada habitual de su personaje fue ganada por una oscuridad peligrosa, y tal vez definitiva. Derrotado porque su nuevo trabajo de realizador de comerciales no le da los dividendos necesarios, Jimmy busca explotar por dos lados: su afición por los trucos espurios para embaucar gente (un regreso un poco molesto a la primera temporada) y su necesidad de seguir hiriendo a Chuck. Estos últimos dos episodios de la tercera temporada seguramente no fueron los mejores, pero es verdad que Better call Saul acumula tanta información que posiblemente estemos ante uno de los finales de temporada más espectaculares.