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Funcinema

Anochecer de un día agitado

Título original: A Hard Day’s Night
Origen: Inglaterra
Dirección: Richard Lester
Guión: Alun Owen
Intérpretes: John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr, Wilfrid Brambell, Norman Rossington, John Junkin, Victor Spinetti, Anna Quayle, Deryck Guyler, Richard Vernon, Edward Malin
Fotografía: Gilbert Taylor
Montaje: John Jympson
Dirección de arte: Ray Simm
Duración: 87 minutos
Año: 1964


8 puntos


CUANDO LOS BEATLES PROBARON SUERTE CON LA ACTUACION

Por Federico Bruno

(@_federicobruno)

En plena Beatlemania, más precisamente en el 64, se lanzó la primera película de la banda A hard’s day night que se ocupó rápidamente de incrementar su fama de manera exponencial y los hizo ver más mundanos. La comedia consta en una persecución bizarra, en blanco y negro, por parte de sus fanáticos, que los hará recorrer distintos lugares -gran escena de tren, mediante- desde Liverpool a Londres. Cuenta una historia bastante tonta: aún no creían que la ficción era para ellos como sí lo harían un año más tarde con Help, su acierto más grande en el cine.

Lo más recordado probablemente sea la caída de George Harrison en un callejón cuando son perseguidos por agentes de seguridad. Y de las canciones ni hablar, condensan de sus primeros discos 62-66 la faceta más rockera y ambiciosa. El largometraje podría ser también concebido como un compilado de videos. Gracias a YouTube, hay gente que quizás no haya visto la película pero la conoce porque cada una de sus canciones existe como video independiente.

Además del soundtrack, promocionado como “las canciones de…” e ilustrado con un collage de sus caras en distintas posiciones, recién en 2000 se volvió a proyectar en los cines de Estados Unidos. Por motivo de sus 40 años, en 2004 se distribuyó como DVD y tiempo más tarde en Blu-ray, pero verla en pantalla grande -con algunos retoques new age– es una oportunidad única.

Los personajes que encarnan son increíblemente auténticos, el humor fue algo inherente a Los Beatles durante toda su carrera y acá el director Richard Lester sabe sacarle el jugo. Es notable el trabajo con el montaje y posproducción, la iluminación, el pivoteo de cámaras, los primeros planos/detalle y las tomas desde ángulos impensados, al ritmo de las canciones.

Hay que destacar que los gritos histéricos de los fanáticos (la mayoría en ese entonces eran mujeres) de la película surgen también de la exhaustiva búsqueda del realizador, son imágenes de archivo.

En A hard’s day night veremos a un grupo de amigos que trabajan por un bien común, mantienen una sociedad que se percibe como indestructible y están asomándose, de a poco, a la fama mundial. Pasarán apenas un puñado de años para ver en su última película Let it be las grabaciones de un disco que los encontraría en planos distintos de la realidad, con el final del “sueño” pisándoles los talones y cerca de una terraza que los vería despedirse para siempre.

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