Una película sobre un intercambio de bebés del cineasta japonés Kore-eda Hirokazu que reflexiona sobre la naturaleza frente a la crianza se estrenó hoy en el Festival de Cine de Cannes, sumándose a Le Passé del director iraní Asghar Farhadi como principales aspirantes a la Palma de Oro.
Soshite Chichi Ni Naru es una de las dos películas japonesas que se exhiben en el certamen internacional que competirán por la Palma de Oro: la otra apuesta de este año es el thriller policiaco Wara No Tate de Takashi Miike.
Soshite Chichi Ni Naru está protagonizada por el cantante y actor Masaharu Fukuyama como el adicto al trabajo Ryota quien, junto con su dócil esposa Midori, interpretada por Machiko Ono, preparan a su hijo Keita de seis años para el éxito.
Su aparentemente vida familiar de ensueño se rompe un día después de que el hospital en el que nació Keita les informe de que cometieron un error y Keita no es su hijo biológico.
La película incluye momentos de humor y humanidad cuando Ryota y Midori se reúnen con la pareja, interpretada por Yoko Maki y Lily Franky, quienes han criado a su hijo biológico.
«Quería crear una agitación total en la moral del personaje principal», dijo Kore-eda a los periodistas: «quería crear un verdadero impacto en su mente».
-LE PASSÉ. Rodado en Francia y lejos de la censura que pesa sobre el cine iraní, Le passé es un film con el que Asghar Farhadi continúa su análisis profundo de la familia y con el que ha dejado muy buen poso en su presentación en Cannes, más allá de si trabajar sin restricciones ha mejorado o no su trabajo. Dentro de la competición oficial de esta edición, el film del realizador iraní fue bien recibido hoy en Cannes, donde Farhadi insistió en que su cine no cambia por el lugar en el que lo realiza, tras demostrar la solidez de una película protagonizada por la franco-argentina Bérénice Bejo. «El hecho de estar en un contexto libre no hace que quiera ser otro», afirmó en rueda de prensa Farhadi, que agregó: «Yo soy iraní, puedo trabajar durante años fuera de Irán pero sigo siendo iraní y siempre voy a trabajar de la misma forma».
-JIMMY P. Benicio del Toro es Jimmy P. un indio americano en el que prueban una mezcla de psicoanálisis y antropología. Una historia real que compite en Cannes y en la que el actor abordó su personaje como el «acercamiento de un ser humano a otro ser humano», sin distinción de razas. Del Toro explicó en rueda de prensa que «la historia de los indios americanos es una gran historia aún no resuelta y eso es fundamental para entender el personaje», James Picard, un veterano de la Segunda Guerra Mundial que es tratado con técnicas muy novedosas en el Estados Unidos de los años cincuenta. Una historia que ha trasladado a la gran pantalla el francés Arnaud Desplechin en Jimmy P., que ha sido fríamente recibida en Cannes, donde sus largos diálogos y la omnipresencia del psicoanálisis no han convencido a la prensa en su primer pase oficial. Larga, lenta por momentos y con una ambientación demasiado teatral, Jimmy P. cuenta con una pareja protagonista formada por Del Toro y Mathieu Amalric, como el antropólogo Georges Devereux, que acaparan casi todo el metraje de una película rodada de forma intimista y centrada básicamente en los diálogos entre ellos.
-A TOUCH OF SIN. Violencia e incomunicación son los elementos comunes de las cuatro historias que conforman A touch of sin, el film con el que el chino Jia Zhang-Ke compite en la sección oficial de Cannes y mediante el cual ha querido mostrar su «sentimiento de rechazo» de la sociedad en la que vive. Son cuatro historias basadas en hechos reales protagonizadas por cuatro personas diferentes en cuatro provincias de China y que muestran la visión del realizador ante el desarrollo económico brutal de su país y la corrupción, violencia y sociedad que se está generando. «He observado últimamente hasta qué punto los últimos acontecimientos en China han sido de una violencia extrema -advirtió Jia Zhang-Ke-, lo que me ha preocupado y me ha hecho sentir la necesidad de contar eso en el cine y, sobre todo, analizar las razones que pueden llevar a una persona a reaccionar de forma tan violenta».