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Asterix en los juegos olímpicos

Viva la tradición

Por Brian Macchi


7 puntos


Astérix, el Galo es un personaje que se creó en 1959, dentro de una serie de historietas diseñadas por René Goscinny (Guión) y Albert Uderzo (Dibujos) en Francia. Los libros han sido traducidos a muchos idiomas (incluyendo latín y griego antiguo) y están disponibles en numerosos países. Es probablemente la historieta francesa más popular del mundo.

Astérix vive alrededor del año 50 a. C. en una aldea ficticia al noroeste de la Galia, la única parte del país que no ha sido conquistada aún por Julio César. Los habitantes de la aldea adquieren fuerza sobrehumana tras beber una poción mágica preparada por el druida Panorámix.

Muchos libros del personaje tienen como trama principal el intento del ejército romano de ocupar la aldea y evitar que el druida prepare la poción, o de conseguir algo de ella para su propio beneficio. Estos intentos son frustrados cada vez por Astérix y Obélix.

Estos héroes de historieta también fueron llevados al cine, primero en films de animación y después, con actores de carne y hueso. Con intérpretes reales se realizaron dos películas: Astérix y Obélix contra César (1999) y Astérix y Obélix: Misión Cleopatra (2002). En este 2008, llega la tercera producción del pequeño guerrero galo llamada Astérix en los juegos olímpicos.

En esta nueva producción, el argumento del film se centra en el joven guerrero Alafólix, quien se encuentra enamorado de la princesa griega Irina. Intrépido y valeroso, el muchacho se atreve a desafiar al cruel Brutus (hijo de César), quien también intenta conquistar a la princesa. Así los dos se deciden a competir en los Juegos Olímpicos por el amor de Irina. Alafólix se une a Astérix y Obélix para viajar a Grecia, cargados obviamente con la infalible poción de Panorámix. El problema aparece cuando descubren que el reglamento olímpico prohíbe todo tipo de poción, llevando a que los galos deban competir con grandes atletas, entre ellos Brutus, sin la ayuda de los superpoderes de Panorámix.

Este trabajo no necesita presentar a los protagonistas principales porque ya lo ha hecho en sus predecesoras, entonces en su tramo inicial, se centra en mostrar a Alafólix y su amor por la princesa Irina. Desde este comienzo y hasta su final, la cinta utilizará grandes planos panorámicos que encajan perfecto en esta historia, que más allá de su lado humorístico, es una película de tono épico.

Esta característica se nota en todo momento ya que la trama, sus locaciones y personajes contienen ese aire “legendario”, que los directores supieron resaltar de una manera acertada y precisa. Principalmente, por el respeto que se exhibe frente a esta historia, mostrando perfectamente que se esta hablando del pasado de una tierra y no de algo aislado y desconocido.

Quizás aquí se encuentra lo mejor del film, en la consideración que se tuvo por la parte real de esta ficción. Más allá de los gags, que se encuentra bien ubicados y son efectivos, la cinta rescata el valor de las tradiciones de esa gente, que representan los antepasados de los franceses, alemanes, españoles e italianos. Se muestran sus diferentes vestimentas, sus distintas facciones físicas y sus comportamientos, haciendo que el film sea un homenaje a aquella época y demostrando que se comprendió la idea básica de la historieta, que más allá de entretener, busca reflejar lo que sucedió hace muchos años. Todas las actuaciones son precisas, cada personaje se encuentra acertadamente interpretado, pero el Julio Cesar de Alain Delon es estupendo ya que el veterano actor francés le agrega su porte y prestancia a un rol que necesitaba ser representado así.

También en la cinta aparecen grandes estrellas invitadas, principalmente, deportistas, de las cuales se destaca la intervención de Michael Schumacher en la última competencia de los Juegos, que resulta un tramo brillante y excelentemente realizado. Las demás figuras fueron incluidas en la parte final de la película, que se percibe claramente que fue agregada a la historia sólo con el objetivo de presentar a los invitados.

Astérix en los Juegos Olímpicos es un film entretenido, bien realizado desde todos los aspectos técnicos y acertadamente actuado. Pero su valor principal radica en mostrar respeto y gratitud a la historieta que dio origen a estos personajes, y a la historia de cada pueblo que se ve reflejado en esta fábula, rescatándose los verdaderos valores de cada lugar. Sería interesante poder empezar a copiar un poco este ejemplo ¿no?

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