Olivia Wilde, que venía de un gran debut en la dirección, entrega aquí un thriller que se vuelve obvio demasiado rápido y que representa un retroceso significativo en su carrera.
Esta historia ambientada en el universo de Mi pobre angelito busca recrear aquella comedia emblemática. Pero se queda en la mera cita, sin saber cómo actualizar algunas cosas que hoy sonarían incómodas.
El querido personaje de Ralph el demoledor regresa, ya no con un conflicto personal, sino para redescubrir el significado de la amistad en una emotiva y divertida secuela, plagada de guiños y homenajes.
Un biopic de un buscador de oro que se ve envuelto en problemas legales al intentar retener la propiedad de su descubrimiento, y que logra despegar de la convencionalidad.
Melissa McCarthy, con la ayuda de su pareja Ben Falcone, entrega otro relato honesto y coherente, donde la comicidad se enlaza de manera productiva con el profesionalismo.