Un nuevo exponente del cine surcoreano que combina el género con la lectura sociopolítica, aunque esta vez con limitaciones formales que reducen su impacto.
Llegará a los cines argentinos el 18 de enero del año próximo. Está protagonizado por figuras de aquel país como Lee Byung-hun, Park Seo-joon, Park Ji-hu y Kim Do-young.
Un aceptable ejemplo del cine catástrofe surcoreano, que compensa su excesivo nacionalismo con una óptima capacidad para construir climas y desplegar escenas emocionantes.
La nueva entrega de lo que fue en algún momento una potente saga de acción y ciencia ficción es un film endeble, carente de intensidad y, finalmente, sin propósito.