Olivier Assayas se acerca a la comedia con un timing y un nivel de gracia poco habitual. Un film sobre la industria editorial, los cambios culturales y el paso del tiempo como condena.
Amalric logra una gran adaptación del texto de Georges Simenon, referenciando autores como Chabrol pero con una mirada propia sobre el deseo, el sexo, la familia y la ley.