Este film ruso tiene referencias obvias, pero también giros particulares, que lo convierten más en un drama íntimo y político que en un thriller de horror.
Esta secuela rusa tiene un despliegue de producción más que aceptable, aunque su excesiva acumulación de subtramas y tonalidades le terminan jugando en contra.
El film cuenta sobre un boxeador que trabaja para la inteligencia de la Unión Soviética antes de la Segunda Guerra Mundial. Se verá hoy desde las 21:00.