Los gemelos Spierig nunca consiguen sacarle el jugo narrativo a la leyenda de la famosa casa embrujada, ofreciendo apenas un thriller sobrenatural sin verdadero suspenso y con ideas a mitad de camino.
Otro thriller sobrenatural sobre gente muerta que da pistas para aclarar un crimen, esta vez se las brindan al actor premiado de El pianista que sigue sin dar una buena nota.
Proyas no acierta en el tono que necesitaba esta película, y construye un film bastante aburrido donde algunos elementos berretas le dan algo de gracia y sostén.