No es la joya a la altura de nuestras inabarcables expectativas, pero es una buena porción de una serie mítica que encima le devuelve cierta dignidad al personaje de Jesse Pinkman.
Típico drama judicial con vueltas de tuerca, el film protagonizado por Kate Beckinsale es mediocre aunque se sostiene por la presencia de Nick Nolte y James Cromwell.