Un thriller de horror que tiene una primera mitad realmente sólida desde la narración y la puesta en escena, pero una segunda parte sumamente deficiente, que atenta contra el film a nivel general.
Megan Fox intenta mostrarse como una posible heroína de acción pero, al igual que Jessica Chastain con Ava, falla por completo en su intento, en un film rutinario, aburrido y hasta culposo.
Un thriller de horror con una premisa atractiva pero a la que no logra explotar a fondo, con lo que solo termina ofreciendo un relato que carece de suspenso e inventiva.