El film de Jonas Åkerlund aborda libremente hechos muy particulares y los narra con gran creatividad e imaginación, contando de paso con una muy buena actuación de Rory Culkin.
Una nueva remake de la historia clásica basada con mucha libertad en el asesino serial Ed Gein, esta vez contando parte de su niñez y juventud, sin nada para ofrecer ni diferenciarse.