Esta última entrega para la franquicia protagonizada por Denzel Washington, aún con sus méritos, desperdicia su potencial y se conforma con ser apenas un relato correcto.
James Mangold vuelve a apoyarse en lo genérico para un atractivo relato que reflexiona con inteligencia sobre las distintas concepciones del profesionalismo, la planificación y la creatividad.
El nuevo film de Ben Affleck es una decepción, porque muestra a un cineasta que nunca encuentra la forma precisa de narrar a pesar de tener todos los recursos a disposición.