La película de Néstor Mazzini es una historia de personajes al límite, narrada con inteligencia y precisión. Un film tenso, que transita temas importantes sin necesidad de subrayados.
Daniel Hendler, como director, logra un relato que alterna comedia negra con thriller psicológico, acertando en sus diálogos pero también en un elenco que sobresale.