El balance general que arrojan estas últimas entregas es más negativo que positivo, a partir de algunos experimentos genéricos bastante fallidos, aunque hay una vuelta a las fuentes que revierte la tendencia.
La serie animada de espionaje profundiza su experimentación, con cambios abruptos de géneros y atmósferas de temporada a temporada, con resultados tan estimulantes como irregulares.
Esta serie animada arranca como una parodia del género de espías, pero progresivamente se va consolidando como un divertidísimo compendio de sucesos y personajes delirantes.